El querubín

Hoy ha venido el sustituto de Maromo como director de producción (sí, al final no han puesto a Mr. Potato, y eso que la montaron gorda para que le enseñara a hacer su trabajo). Y claro, como no, le tiene que recibir el informático para enseñarle su puesto de trabajo, porque no hay secretarias ni conserjes... pues NO.

¡ Tururu ! ¡ Tururu ! ¡ Tururuuuuuuu ! - es Pokémon. No se lo cojo, porque ya sé lo que quiere.

¡¡¡Apataíiiii taaaraaaa, motorenaaaa iiiito iiiiteeee!!! - mierda, en qué hora me darían teléfono de empresa.

- ¿Sí?
- ¡ManOwaR! ¿Dónde estás que no me coges el teléfono?
- En el baño plantando un abedul, ¿por?
- ¡Pues deja lo que estés haciendo y ven para acá ahora mismo! - yo creo que ni me ha oído.
- ¿Puedo limpiarme al menos?
- ¿El qué? - me aguanto la risa.
- Nada, que ya voy.

Clac. Este pive cada día me sorprende más con su estupidez.

Total que me acerco al despacho del nuevo director de producción, y veo que está con Epi, Pokémon y el Yayo.

- ¡Wenaaaaas! - yo tan alegre como siempre, no dejo que los lusers me pisoteen el buen ánimo.
- ¿Y esa forma de saludar? - dice el tío nuevo. A éste todavía no le han advertido de quién soy...
- La mía. Soy ManOwaR, el informático. - me estrecha la mano, dejándola totalmente flácida, momento que aprovecho para utilizar mi estrujón del cangrejo, un movimiento avanzado que aprendí cuando jugaba a baloncesto. Sus articulaciones crujen.
- Yo soy Sober, el nuevo director de producción.- dice sin cambiar el semblante, aunque se le escapa una lagrimilla.
- Bueno - mirando a Pokémon - ¿alguien me dice qué hago yo aquí?
- Tienes que enseñarle a Sober su puesto de trabajo.- dice Epi.
- ¿Este querubín me va a enseñar a mí? ¿Cuántos años tienes criatura? - uuuuyyyy qué mal empieza este tío. Igual tenía que haber apretado más fuerte.
- 25 años. Y si te voy a tener que enseñar no es porque yo quiera, sino porque me lo imponen. Por mi te las apañabas tú solito, que se te ve la mar de capacitado.
- ¡Pues sí! ¡No necesito que nadie me diga lo que tengo que hacer!.- viva la Sobervia.
- Posdicho.- digo mientras me alejo en dirección a la puerta.

Nadie dice nada... me miran, no prohíben, pues me largo.

Llego a mi sitio, y todavía no estaba pulsando ctrl + alt + supr para desbloquear la sesión cuando suena el teléfono infernal.

¡ Tururu ! ¡ Tururu ! ¡ Tururuuuuuuu !

- ¿Mande?
- ¿Esa es forma de contestar? - sí, definitivamente, se la está ganando.
- Sí, que soy puta oiga, es lo que tiene.
- Mira paso de discutir - lo dice en tono como si hablara con un ser inferior - necesito un usuario y una contraseña para entrar en mi ordenador.
- ¿No decías que no necesitabas a nadie?
- Bueno pero es que no soy mago, no puedo creármelas yo.
- Yap, bueno, dame un minuto. - le creo una cuenta en directorio activo.
- Tu usuario es sober.via y tu contraseña 1234.
- Vale.

Clac. Y ni da las gracias el tío ni nada. Pues por maleducado, le bloqueo su usuario y el desvío las llamadas salientes al 11811.

Como decimos en mi pueblo: Que te peten, un saludo.


Se aceptan apuestas... ¿cuánto durará este tío en la empresa?