martes, 15 de febrero de 2011

Acertijos en la oscuridad (Epílogo)

Me levanté al día siguiente con sueño, aunque esta vez el despertador sí que había sonado a su hora. Cuando me subí al coche ya estaba amaneciendo. - Vaya, parece que se terminaron las noches infinitas.- pensé.

Al llegar a V, me paré a hablar con Payoponi en la garita.

- Buenos días.
- Buenos días ManOwaR.
- Oye, ayer al final ¿fuiste con el perro al viejo despacho de IT?
- Sí, pero no había nadie allí.
- ¿No? Qué raro. ¿Alguna ventana abierta?
- Pues ahora que lo dices, no me fijé.
- Hmmmvale, venga gracias, t'aluego.
- Hasta luego.

Vaya cosas. Bueno, imagino que Gollurkel se marchó de la misma manera que había entrado. Luego echaré un vistazo a ver.. voy para mi sitio, doy los buenos días al personal con normalidad, enciendo mi ordenador y me pongo a hacer las tareas matutinas como de costumbre. Cuando llegan Pokémon y Dislexia, saludan con normalidad, como si nada hubiera pasado. Cuando termino las tareas, decido que es hora de investigar un poco a ver qué había pasado. Cuando me dirijo hacia las escaleras de subida, que están en la sala del café, decido que es buena idea sacarme uno para ir haciendo estómago, así que meto la tarjeta y le doy al botoncito. Mientras espero a que se prepare, me percato de que algún personaje ha entrado por las puertas y ha dicho "nosdias" a toda velocidad, como el famoso anuncio de "geropaaa" (o algo así). Sí, era el agente Bestiajez, que pasó a toda leche sin levantar la vista del suelo. Luego iré a verle. Recojo mi café y me voy para arriba.

Cuando termino de subir el tramo de escaleras, un escalofrío me recorre la espalda. El ambiente del entorno ha cambiado notablemente. Oscuridad. Oscuridad y humedad. De hecho se escucha el repiqueteo de un grifo mal cerrado en los baños de señoras. Trago saliva, y me agarro los huevos por si acaso se han movido de su sitio. No, siguen ahí. Pues vamos p'alante.

Como la vez anterior, trato de iluminar la estancia con la linterna del teléfono, pero la oscuridad es tan densa que puede cortarse con cuchillo. Busco el interruptor de la luz del pasillo, que por suerte está iluminado con un LED naranja. Al pulsarlo, la luz artificial inunda el pasillo. Una bandada de murciélagos vampiro sale volando despavorida. Me acerco a la puerta del viejo despacho de IT. De nuevo, el olor a tóner de impresora seco me inunda las fosas nasales. Abro la puerta con cautela y trato de encender la luz. No funciona. Mierda. Enchufo con el móvil a los alrededores, a ver si veo a Gollurkel, pero no hay ni rastro. Me quedo quieto, en silencio, aguantando la respiración, a ver si escucho algo. Nada. Me acerco a las persianas y las abro. La luz natural del sol ilumina toda la estancia, una luz que llevaba años sin entrar ahí. Los millones de microorganismos anaerobios que habían encontrado ahí su ecosistema empiezan a morirse poco a poco, formando una costra de mierda en el suelo que si la recogiera con espátula, podría hacerme un kebab. Igual lo hago y se lo llevo a Bestiajez luego.

- ¿Hola?.- me aventuro a hablar.- ¿Urkel?
Solo el sonido de las ratas correteando por el falso techo me responde. Compruebo las ventanas, que estaban cerradas y atrancadas por una capa de mierda haciendo las veces de silicona. Selladas herméticamente, oye. Respiro aliviado, aunque sigue siendo un misterio el paradero de la criatura Gollurkel, así que decido que es hora de irse. Al pasar por la puerta, un nuevo escalofrío me recorre la espalda. Me freno en seco y giro despacio la cabeza, hasta percatarme de que hay una tarjeta de seguridad tirada en el suelo. La recojo, y me doy cuenta de que está limpia, por lo que no se trata de una tarjeta abandonada ahí desde la era del paleolítico, al contrario que el pobre servidor HP Proliant que está justo al lado, con una capa de polvo solidificado que le hace parecer el doble de alto. Al mirarla, me doy cuenta de que es una de las que tienen los vigilantes, con acceso a todas las puertas de seguridad de la empresa. Juas.

Bajo para abajo, y después de pasar por mi sitio a ver si tenía algún email importante, y de enviar uno que sí lo es a Bestiajez con cierto PDF adjunto, decido que es hora de ver qué tal le va la vida a Bestiajez, así que tiro millas para el despacho del equipo A. Cabe mencionar que por el camino tengo que esquivar a varios interceptores que querían que les ayudara a solucionar problemas de poca importancia (en serio, me da igual que no puedan abrir un fichero PPT que les han enviado a su correo personal). Llego al susodicho despacho...

- ¡Wenaaaaaaas!.- solo están Bestiajez y Antoñito. Este último me da los buenos días, y Bestiajez solo se afana sobre su teclado sin levantar la cabeza, con respiración nerviosa. Al ver que no dice nada, decido romper el hielo.
- He venido a hablar contigo, Bestiajez, necesito clarificar lo de ayer.- el agente Bestiajez vuelve a removerse nervioso en su sitio, poco a poco levanta la cabeza hasta que nuestras miradas se cruzan al fin.
- Pues verás...
- Tranquilo.- le corto.- que no vengo a hablar sobre tu nivel de inteligencia por mandarme a casa a expensas de las necesidades del cliente, vengo a aclarar la situación sobre BW.
- Ah.- respira un poco más aliviado. No sabe lo que le espera.- bueno pues tú dirás.
- No, yo diré no. De hecho no tengo nada que decir. Yo no soy un funcional de SAP ni de BW, así que no voy a actuar como tal.
- ¿Y entonces?
- Entonces te buscas a un tipo que sepa de BW y te lo traes para acá. Yo me limito a ponerle al día y me despido de BW para siempre.
- Eso no puedes hacerlo, tienes que trabajar en lo que te digan.
- Sí, pero ¿sabes? Resulta que V tiene dos contratos diferentes con el equipo A: uno es para vosotros, los todopoderosos funcionales de SAP, y el otro contrato me contempla únicamente a mi, y en éste figura solo la administración de sistemas y de red, no dice absolutamente nada de SAP ni de BW en las competencias.
- ¿Ah no? ¿Tienes tú ese contrato?
- De hecho deberías tenerlo tú también, en tu bandeja de entrada. Te lo he mandado hace un par de minutos.

Bestiajez  se queda mirando la pantalla de su ordenador. Abre el susodicho email y el PDF adjunto. Se lee el contrato de 5 páginas de pe a pa, incluyendo el apartado donde se detallan mis competencias.

- Pos vale. ¿Y qué hago?
- Ya te lo dije antes. Buscarte a un chaval que sepa de BW y traértelo aquí, porque eso SI forma parte de vuestro contrato y no del mío.
- Pues harás lo que se te diga que hagas.
- ¿Y si no me puedo ir a casa otra vez?- Bestiajez tuerce el gesto. Le ha molestado. Decido meter un poquito más el dedo en la herida.- O si eso le digo a Pokémon que no puedo hacer las labores para las que me han contratado porque tú me obligas a hacer otras que no forman parte de mis competencias.
- A mi lo que me parece es que tienes síndrome de Estocolmo.- WTF??- debes recordar que quien te paga la nómina somos nosotros y no V.
- Sé quién me paga, y también sé cuáles son mis competencias, por ello he decidido dejar de hacer de puta de todos y dedicarme únicamente a la labor para la cual se me contrató. Punto pelota.
- Bueno, ya veremos cuando hable con el socio, que tengo mañana por la tarde una reunión con él. - puedo oler la mentira en su voz.
- ¡Ah! Si es por eso no te preocupes, que tengo su móvil. ¿Le llamo y hablamos los tres ahora?.- busco en el móvil el teléfono del socio (porque sí, tengo su número de móvil), y se lo muestro en la pantalla. Bestiajez se queda blanco al ver su farol descubierto. Antoñito se tapa la boca después de que se le escapara una risita contenida.
- ¡No! ¡No hace falta! ¡Que estará muy ocupado!
- ¡Qué va hombre! Venga, que le llamo y le contamos el panorama en un momento.- hago el amago de marcar, pero Bestiajez se incorpora de la silla y me sujeta la muñeca.
- ¡Que no le llames, hombre! Anda márchate y ya hablaremos.
- Sí, ya hablaremos, ya...

Ale, ya me he quedado a gusto en este sentido, he dejado mis funciones claramente definidas. A ver si de una puta vez se enteran de que estoy hasta los huevos de ser la puta a la que le caen todos los marrones que no le corresponden. Coño.

Hecho esto, es hora de averiguar de dónde ha salido la tarjeta que me encontré arriba. Me voy a mi ordenador y me meto en el programa de control de presencia. Meto el número de tarjeta para ver los accesos de los últimos días, y veo que ha sido utilizada solo una vez en la última semana: para acceder a la sala de IT. Voy a ver a Payoponi...

- Buenas.
- Hola ManOwaR, ¿que se te ofrece?
- Una pregunta: ¿tienes todas las tarjetas de vigilancia?
- Pues no, ¡me falta una! Se me perdió el otro día.
- ¿Esta?- le enseño la que encontré arriba.
- ¡Sí! ¿Dónde la has encontrado?
- En la sala de IT antigua. Ya te contaré.

Me vuelvo para mi sitio y me meto en el programa de las cámaras. Pokémon me mira con cara de indiferencia mientras repaso los vídeos de seguridad del día anterior. Tras más de media hora pasando el vídeo a 4X, doy con la solución al enigma: Gollurkel se escabuyó en la caseta del guarda mientras Payoponi se echaba una cabezadita a eso de las 6 de la mañana, urgó en un cajón y sacó algo. Luego saltó la verja de entrada y se metió en el edificio.

Vale, ya sé cómo entró y cuándo. Pero.. ¿dónde se habrá metido ahora?

....¿Continuará?....


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5 comentarios:

  1. Como no aclares lo de Gollurkel... nos tienes en ascuas! xD

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  2. Me esta gustando el nuevo rumbo del blog, si señor... enhorabuena por las 100.000 visitas...

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  3. Enganchada me tienes!!!
    Como dice Tanis, acaba la historia! Que es eso de continuará? :D

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  4. andandara Gollurkel, prueba a intentar tirar un portatil desde la azotea, a lo mejor aparece, y se tira para salvar "su tesoro"

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  5. Hurgar, con h. Sin acritud, ¿eh?

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