domingo, 4 de noviembre de 2012

Nuevo... ¿trabajo?

Desde que me despidieron, he estado dedicando todos los días un buen rato a buscar un nuevo empleo en la diversidad de portales para tal efecto que hay en la red. No obstante, a día de hoy, esta búsqueda todavía no ha dado sus frutos, si bien es cierto que estoy siendo un poco elitista a la hora de aplicar los filtros de búsqueda. Al fin y al cabo y al menos durante estos primeros meses de paro, no tengo excesiva prisa ya que en estos 6 últimos años me han estado explotando a base de bien, trabajando en turnos de 24x7 incluyendo festivos, y cuando no estaba a turnos tenía que estar disponible las 24 horas por lo que pudiera pasar (y que pasaba con demasiada frecuencia). Qué os voy a contar a vosotros que no sepáis. Unas merecidas vacaciones.

Ya os habréis dado cuenta de que hace bastante que no escribo, y es que a pesar de que desde que me despidieron tengo bastante tiempo libre, me ha faltado "material" en el que inspirarme. No obstante, el otro día me sucedió algo curioso... paseando al perro por la mañana me di cuenta de que en una de las naves del polígono industrial de mi pueblo, había en una un cartel que rezaba "Busco informático".

Esa misma mañana después de dejar al perro en casa y coger un CV, me personé en la pequeña nave del cartel para interesarme por esa supuesta oferta de empleo. La pequeña nave (reincido en lo de pequeña) había visto tiempos mejores; estaba fabricada con planchas de metal que algún día fueron de color blanco. Ahora mismo estaban más bien de un feo color naranja por el óxido. Tras subir una pequeña escalera metálica, llamé al timbre de la puerta y, unos veinte segundos después, un chasquido metálico denotó que alguien había abierto la puerta en la distancia.

Abrí la puerta, la cual me saludó con un sonoro chirrido, y nada más entrar en la instancia vi a una señora de unos cincuenta y muchos años tras una pequeña mesa que hacía de mostrador. La sala solo tiene la mesa de la señora (que intuyo que es la secretaria/recepcionista), y tras ella otra puerta que imagino que llevará al complejo principal de la empresa.

- Buenos días.
- Hola, dime.- la señora apenas levantó la vista para mirarme, enfrascada en la revista ¡Hola! que escondía tras un dossier de facturas y que pensaba que yo no iba a ver. Empezamos bien.
- Vengo por el anuncio de la entrada que dice que buscan informático.
- Ah, sí.
- Pues eso, que soy informático y vengo a interesarme por el anuncio.
- Vale, espera un momento.- coge el teléfono que tiene al lado dejando su revista a la vista. Tras pedirle a un tal Jose (sin tilde) que venga, me dice que espere un momento.

Un par de minutos más tarde aparece un hombre de la misma edad que la señora que me recibió. Con una sonrisa me ofrece su mano. Yo soy una persona que normalmente aprieta cuando estrecha la mano, lo considero un símbolo de confianza y seguridad, pero lo de este tío fue exagerado. Me crujió los nudillos.

- ¡Buenas! Soy Jose.
- Buenos días, me llamo ManOwaR, vengo por el anuncio de que buscan informático.
- Sí, sí. Pasa conmigo.- me señala la puerta que está detrás de la recepcionista.

Tras la puerta se encuentra un pasillo con sendas hileras de puertas a los lados. Básicamente la pequeña nave consta de 8 despachos, mas la sala de la recepcionista, y uno más grande al fondo del todo que, evidentemente, es el de Jose, el jefe. A este despacho nos dirigimos. El hombrecillo abre la puerta y me ofrece el paso.

- Gracias.- el tipo parece majete y bastante educado, lo que hoy en día es MUCHO, creedme.
- Siéntate.- me ofrece una de las dos sillas de oficina que hay delante de su mesa. Él se sienta en su cómodo sillón de director... de los años 50 por lo menos.
- Gracias.- repito.
- Bueno, cuéntame.
- Pues mire, le he traído un CV para resumir las cosas.- en realidad yo había ido a preguntar y a dejarles el CV si acaso, pero el tipo parece que quiere entrevistarme en ese mismo momento. Pues vale.

Tras una breve conversación de 10 minutos en la que le cuento mi experiencia profesional, Jose parece haberse quedado bastante satisfecho. Él me cuenta que su empresa se dedica exclusivamente a organizar la logística de una importante empresa de paquetería. Tienen 10 ordenadores, 4 impresoras y ningún servidor. NINGÚN servidor. Su intención es que yo informatice todo, incluyendo la compra de un par de servidores. Me comenta que tiene vía libre para invertir cierta cantidad de dinero. La pequeña nave solo es un añadido de otra nave gigante que hay al lado, donde está la empresa de paquetería, pero según Jose eso no será de mi incumbencia.

- Vale, empiezas esta misma tarde.
- ¿Esta tarde?.- ojiplático me quedo.
- Sí. ¿Te viene mal?
- No, me viene bien, pero.. ¿no firmamos contrato ni nada?
- Bueno, realmente no estaba pensando en hacer contrato. Pensaba más bien en que nos ayudaras un tiempo en plan freelance hasta que quede todo informatizado.- Ya, claro.
- Pero yo no soy ni autónomo ni freelance.
- Bah, no te preocupes. Te pagamos en B y listo.- qué jodido.
- La idea de hacerme Freelance empieza a parecerme buena. Le propongo lo siguiente: yo esta tarde vengo y veo cómo está todo. Como es viernes, durante el fin de semana me curro un proyecto con presupuesto y todo para dejárselo todo informáticamente niqueladito y se lo presento el lunes.
- ¿Un presupuesto cerrado?- Jose hace una mueca de descontento, pero me da igual, no tengo ninguna intención de trabajar en B confiando únicamente en su palabra, que ya tengo los huevos pelados con estas cosas.
- Eso es. Si no le gusta siempre puede decirme que no el lunes.
- Bueno vale, acepto.
- Ok.- me levanto de la silla y le ofrezco la mano, esta vez preparándome para el estrujón. - Pues nos vemos esta tarde de nuevo. ¿A las 3?.
- Vale, hasta la tarde.- me responde mientras me estruja los nudillos de nuevo. No sé cuántos apretones de mano seré capaz de soportar, vaya tela con el tal Jose.

Vuelvo a casa, preparo la comida, y después de comer cojo mis bártulos (básicamente un pequeño cuaderno y un boli) y voy de nuevo a la nave de Jose. Al llegar me recibe la recepcionista-mujer de Jose, y comienzo mi andadura a ver en qué estado se encuentra todo.

El primer problema que encuentro es que no hay ningún sitio adecuado para hacer las veces de CPD. El único router que tienen es uno de serie de Timofónica puesto encima de un pequeño arcón en el despacho del jefe, y lo peor de todo es que la única roseta que llega a la nave está ahí. No tienen ni siquiera una instalación de red, cuando tienen que enviar ficheros de un PC a otro lo hacen con disquettes de 3.5".

El segundo problema es que los datos y archivos están almacenados localmente en los PCs de los lusers. Por ejemplo, el fichero (fichero en singular) de contabilidad es un Excel en el PC de Paco, el de contabilidad. No quiero ni imaginarme qué pasaría si ese PC decide morir prematuramente (o no, puesto que ese PC es un Dell del año de la tarara con Windows 98).

El tercer problema son los PCs de los lusers. Como dije en el párrafo anterior son dignos de anticuario; la mayoría Pentium I con Windows 98, e incluso el de la recepcionista es un 486 DX2 a 66Mhz con Windows 95. No sé ni cómo funciona todavía el animalico.

Después de recoger todos los datos necesarios termino mi primera "jornada laboral" allí y vuelvo para casa. Me pongo con el proyecto con el título "Informatizar lo ininformatizable". Toma juego de palabros.

No sé de cuánto dinero dispone el amigo Jose, pero lo mínimo que necesita esa sede para informatizarse en condiciones es un router como Chuck manda con un switch gestionable (ni me planteo tener uno de backup para redundancia), tirar cable de red y poner rosetas en todos los despachos. Además hace falta como mínimo un servidor para datos y otro de dominio.

Una vez hecho el proyecto, con planos en Visio y todo, me dispongo a hacer el presupuesto. Por suerte conservo catálogos de mi anterior estancia en V, así que los precios aproximados y los teléfonos de los distribuidores los tengo. Dos servidores IBM, 10 PCs medio decentes, un router y un switch Cisco, cable de red, rosetas, canaletas... en fin, todo. Lo redacto para que quede bonito y lo añado al proyecto. Una panzada a currar que espero que al menos merezca la pena. Sobre todo porque TODO voy a tener que hacerlo yo solo, desde tirar el cable hasta pasar los datos de los PCs al servidor de datos, configurar backups, etc...

El lunes por la mañana me doy cuenta de que al presupuesto se me ha olvidado añadirle la mano de obra, así que me toca rehacerlo y volver a imprimirlo antes de ir a ver a Jose, por lo que en vez de presentarme a las 8 como pretendía, llego a las 8:45.

Al llegar llamo a la puerta y de nuevo tras veinte segundos de reloj me responde el chasquido que indica que la han abierto desde dentro.

- Buenos días.- saludo a la recepcionista.
- Hola. Jose te está esperando en su despacho.
- Gracias.

Entro por la puerta y me detengo ante la del despacho del jefe. Llamo.

- ¡Paseeeeeee!- abro la puerta.
- Buenos días.
- Hombre hola, ya pensé que te habías arrepentido y no venías.
- No, qué va. Es que tuve un pequeño problema con el proyecto y tuve que arreglarlo antes de venir. Pero aquí lo tiene.- le tiendo los papeles.

Jose se tira no menos de 10 minutos en silencio leyéndolo a conciencia, así que yo decido ponerme cómodo. Me quito la chaqueta y la pongo en el respaldo de una de las sillas para, acto seguido, ir a una pequeña mesita sobre la cual hay una cafetera.

- ¿Puedo?.- le digo señalando al café recién hecho.
- Sí, sí.- me responde sin levantar la vista del documento. Sí que está enfrascado en la lectura.

Me sirvo el café. Qué rico, coño. Y qué cargado. Me siento con el vasito de plástico calentándome las manos, que hace frío. ¿No tienen calefacción? Parece ser que no.

Al poco rato, Jose se quita las gafas y se masajea el puente de la nariz. Se las vuelve a poner y, por fin, levanta la mirada hacia mi.

- Bueno, esto está muy bien.
- ¿Pero?
- Pero se sale de presupuesto.
- ¿Puedo saber de qué presupuesto disponen?
- Pensaba invertir un par de miles.
- ¿Y con eso pretendía poner servidores y demás? No tiene ni para empezar, hombre.
- Es que no puedo hacer otra cosa. ¿Realmente es necesario renovar los ordenadores de todo el mundo? Si funcionan bien...
- Desde luego que es necesario. Realmente no sé ni cómo siguen funcionando esos trastos.
- ¿Y los servidores de qué son, de oro? Vaya precios...
- Pues son de los baratos. Pero bueno, también podemos poner PCs un poco más potentes y tener servidores de andar por casa.
- Pues sí, sería lo mejor... ¿y esto de "suich" qué es?
- Es un aparatito que nos sirve para controlar la red y dar servicio a todos los ordenadores.
- ¿A todos? Pero yo no quiero que mis empleados tengan internet, que luego no trabajan.
- Bueno, se les puede cortar el acceso a Internet, pero red tenemos que tener si quiere tener servidores.- se queda perplejo ante esa afirmación.
- ¿Pero red no es internet?
- No necesariamente. Podemos montar una red interna, solo entre los PCs de la empresa y los servidores, sin salir a Internet.
- Ah, no sabía que se podía hacer eso. ¿Y saldrá más barato?
- No, igual.

Jose deja caer los papeles sobre la mesa.

- Pues me temo que te he hecho venir para nada. No podemos gastarnos este dinero ahora mismo. De todas maneras, si no te importa déjame estos papeles para presentárselos a mis superiores de la empresa de paquetería, a ver si nos lo quieren financiar.
- Pues vale. Supongo que ahora es cuando me dice que ya me llamará, ¿no?
- Sí, descuida. Si lo aprueban yo te llamo para que lo hagas.
- Vale, pues nada, un placer Jose.
- Igualmente.- responde mientras me estruja la mano por tercera vez.

El viernes de esa misma semana, de nuevo paseando al perro cerca de la nave, veo como de una furgoneta blanca aparcada en la puerta salen dos tíos con monos azules y empiezan a descargar de la misma unas cuantas cajas, todas con el logo de IBM. Ese mismo día por la tarde vuelvo a pasar por allí, y me doy cuenta de que hay unos cuantos tipos entrando y saliendo contínuamente. Me asomo por uno de los ventanucos y veo cómo están instalando un pequeño rack en el despacho de Jose.

Así pues, resulta evidente que he hecho el primo. Me he currado un proyecto de puta madre para que luego se lo encargue a otros que posiblemente le cobren menos de lo que yo iba a cobrar. O que son familiares, vaya usted a saber...

Lo que sí sé es que esto no va a quedar así. Nadie se aprovecha de mi y sale impune. Tendréis noticias...


miércoles, 29 de agosto de 2012

¡Despedido!

Después de las vacaciones, la rutina seguía día tras día. Por lo menos había logrado que me permitieran "trabajar" desde casa los martes y los jueves (y de hecho estaba pensando pedir a Faust ampliar este teletrabajo a tres días por semana).

El lunes volví a la oficina. Me resultó extraño encontrarme un correo electrónico de mi mentor, un tipo muy majo pero que rara vez hacía acto de presencia, en el que me preguntaba si iba a estar en la oficina el miércoles.Justamente, Faust se reincorporaba de sus vacaciones, aunque estaba bastante acelerado ya que el miércoles se marchaba de viaje a sudamérica, y no creí de recibo importunarle con mi petición con respecto al teletrabajo. Al fin y al cabo podría esperar. 

Como el martes yo trabajaba desde casa, ya no volvería a verle hasta pasadas unas semanas, así que fui a despedirme de él.

- Bueno Faust, creo que ya no te veo hasta... ¿cuándo vuelves?.- comencé mientras le ofrecía mi mano para que me la estrechara. Faust respondió con un pescado: su mano estaba fría y llena de sudor. Levantó levemente la vista hacia mi, con una medio sonrisa.
- Pues el 17 de Septiembre.
- Vaya, esa semana estoy de vacaciones. Recuerda que me guardé una semanita para las fiestas de mi pueblo.
- ¡Ah! Pues entonces te veré el 24.
- Vale, hasta entonces.

No me gustó nada la actitud de Faust, aunque la achaqué a que estaba bastante estresado con su viaje nada más volver de vacaciones, cosa normal (y una putada, todo hay que decirlo).

El miércoles volví a la oficina. El día transcurrió con normalidad, así que, como siempre, subí con un par de compañeros a desayunar (sí, al final Faust no logró que los compis me hicieran el vacío. Soy demasiado majo y no pudieron resistirse a mis encantos). Tras zamparnos el desayuno, bajamos a la calle a echarnos un cigarro. Al volver a subir, me entró un apretoncete, así que hice parada en el servicio. Durante la faena, decidí consultar el correo desde el móvil. Un correo de mi mentor diciéndome "He pasado por tu sitio y no estabas, ¿dónde estás?" estaba esperándome. Terminé la faena y salí del servicio. Al abrir la puerta me di de bruces con mi mentor, que estaba de camino a mi sitio para buscarme de nuevo.

- Anda, ¡hola!
- Hola ManOwaR. ¿Dónde estabas?
- Perdona, bajé a fumar.
- Ah, vale. Vente, que tenemos que hablar.- qué mal rollo...

Vamos a una de las pequeñas salas de reuniones, la más cercana a mi sitio. Allí, mi mentor ya tenía su portátil esperándole encendido. Se conoce que se había instalado allí para tener mi sitio a la vista y ver cuándo volvía a mi puesto de trabajo. Más mal rollo todavía... Entramos en la sala.

- Siéntate.- me dice, señalándome con la mano la silla que está en frente de la suya. Planto mis posaderas y me quedo expectante.
- Tengo malas noticias. Me sabe mal ser yo el que te de esta noticia pero...
- Estoy despedido.- le interrumpo. Me mira con cara de sorpresa.
- Pues... me temo que sí. Han decidido que hoy finalices tu contrato con el Equipo A.
- Bueno, no me pilla de sorpresa.
- ¿No?
- No. No eres muy consciente de mi situación actual, ¿verdad?
- Hombre, lo poco que me has contado.
- Pues eso. Llevo cuatro meses en los que solo vengo aquí a calentar la silla y juguetear con Excels. Han intentado hacerme la vida imposible para ver si me iba por mi propio pie, y este día tenía que llegar.

Se hace el sorprendido.

Tras una charla de 10 minutos en la que me cuenta que están supermegahipercontentos conmigo, pero que lamentablemente no me han podido encontrar nada, me dice que hacía ya dos meses que Faust pidió mi despido porque no podían seguir haciendo frente a los gastos que yo ocasionaba. Al poco, hace acto de presencia una chica de recursos humanos. Después mostrarme los "números" y las condiciones y darme una charla de 30 minutos sobre confidencialidad y los "core values" de la compañía, todos estamos de acuerdo y firmo mi finiquito y la carta de despido.

El despido es inmediato, así que vuelvo a mi sitio para borrar mis datos del portátil del curro. Después de hacerlo, comienzo a cerrar todas las aplicaciones que tenía abiertas para apagarlo y devolverlo en el departamento de informática, pero de pronto me doy cuenta de que, en la herramienta interna de chat que tenemos (o teníamos, debería decir) en el Equipo A, Faust está conectado. Valiente hijo de puta, después de tanto tiempo siendo mi mánager no ha tenido los huevos de decirme a la cara que me despedían. Y se despidió "hasta el 24 de Septiembre" con una sonrisa falsa en la cara. Falsa, o que el tío estaba disfrutando del momento.

Es hora de tomar cartas en el asunto.

Algunos recordaréis que logré hacerme un túnel directo al equipo de Faust. Por suerte, aunque no está en la oficina, está conectado por VPN, así que puedo colarme sin el menor problema. Veo que está justamente tratando de imprimirse unos billetes de avión recién comprados con destino sudamérica. Al ser mánager, tiene una especie de "tarjeta oro" para viajes, mediante la cual puede comprar y pagar billetes de avión de forma rápida y cómoda.

Bloqueo los documentos que estaba tratando de imprimir, y modifico el destino de los billetes. Creo que a Faust le encantará el nuevo destino que le he escogido para su viaje: el aeropuerto de Bulawayo, cerca de las preciosas Cataratas de Victoria, Zimbabwe. Y en vuelo directo, HOYGAN. Elimino el trabajo que envió Faust y mando a imprimir sus nuevos billetes, con la esperanza de que, con las prisas, ni siquiera se fije en el destino. Espero un poco y, efectivamente, a los 30 segundos pierdo la conexión con su equipo, señal inequívoca de que Faust ha apagado el portátil y se marcha apresuradamente al aeropuerto.

Buen viaje, y buena suerte, hijo de puta.


miércoles, 22 de agosto de 2012

La Orcoñora y la orconiña

Era yo un tierno imberbe cuando comencé a trabajar en el mundo de los unos y los ceros; no imberbe porque no me hubiera salido todavía la barba, sino porque mi experiencia en la informática era prácticamente nula.

Obtuve mi primer trabajo gracias a un conocido y amigo que ostentaba una pequeña tienda de informática en el pueblo. Tras un grave desacuerdo con el arrendatario del local, decidió mudarse al pueblo de al lado, donde el alquiler le salía bastante más barato y había más potencial para captar clientes al ser un pueblo bastante más grande. Mi labor se limitaba a los fines de semana, y consistía en atender a los clientes y solucionar problemas de hardware que mi jefe y amigo me proporcionaba, dado que su principal labor, aparte de dueño de la tienda de informática, era ser perito de una aseguradora. La tienda de informática también era un ciber café, y normalmente siempre me sobraban un par de horas para viciarme con los chavales que lo frecuentaban a diario. No me pagaba mucho, 20 euros al día, pero cuando acabas de cumplir los dieciséis años, sacarte 40 eurazos por un fin de semana haciendo lo que te gusta es todo un dineral, y más en aquellos tiempos.

Ese fue el comienzo del BOFH que suscribe estas líneas, hace ya 12 años. Y ahora me encuentro en una situación bastante precaria. Mi actual labor, después de haber pasado todas las historias que habéis leído en este blog y muchas otras más, consiste en introducir incidencias que llegan por email en un excel, además de dedicar buena parte de la mañana a buscar otro trabajo en las páginas de empleo online. Mi mánager fue (por fin) claro conmigo: "No hay sitio para ti, búscate otra cosa". Le agradezco esa sinceridad porque así sé lo que me espera, pero después de casi dos meses en búsqueda continua y a piñón fijo de un nuevo empleo sin encontrar nada, empiezo a desanimarme. Y más cuando he recibido no menos de dos docenas de llamadas telefónicas de empresas supuestamente interesadas en mi candidatura, además de haber asistido a, al menos,  6 entrevistas de trabajo en este tiempo. Todas con resultados similares: "Ya hemos cubierto el puesto", "Al final vamos a cubrir la vacante con un interno", o la que peor me sentó "Es que eres demasiado joven, buscamos a una persona de más de 30 años".

Esta situación me hace sentirme como si estuviera vagando entre tinieblas, como un velero al que se le ha partido el mástil y navega a la deriva sin rumbo ni dirección. Por un lado tengo un "trabajo" desmotivador, cansino, pesado y amargante, que me pilla a 52 kilómetros de mi casa (104km ida y vuelta), y con el que en este momento y como ya expliqué anteriormente, pierdo dinero. En el otro frente está una búsqueda infructuosa de trabajo, con empresas que buscan ingenieros técnicos para puestos de operador cobrando sueldos de recogedor de cacas de mono en el zoo (con todo mi respeto a éstos).

Por suerte, me he labrado cierta reputación como especialista en hardware entre amigos y conocidos, y normalmente logro sacar un pequeño extra mensual que me ayuda a sobrellevar la situación económica, al menos de momento.

El caso es que en esta situación tan descorazonadora, hasta la tarea más simple se me hace cuesta arriba. Después de pasar unos días en Asturias, Burgos y Huelva en mis vacaciones, vine a casa bastante despejado (aunque tremendamente cansado físicamente). No obstante, fue llegar a casa y el simple hecho de recordar que tenía que volver al trabajo me jodió mis dos últimos días de vacaciones. Menos mal que mi reincorporación era en jueves, así que solo me esperaban dos días de infierno hasta el fin de semana, en el que tenía planeado descansar para poder volver a la carga con energías renovadas.

El jueves pasó bastante tranquilo (entre otras cosas porque casi todo el mundo seguía de vacaciones), así que pasé una buena tarde de relax jugando al ordenador. Cuando cayó la noche, saqué al perro, me di una buena ducha, y me fui al salón con una copita de pacharán casero hecho por mi señora madre, el tabaco y un libro, en este caso uno de zombies del señor @Manel_Loureiro.
Como todo buen libro, te atrapa en la lectura (en mi caso hay momentos en los que incluso se me acelera el pulso mientras leo), así que ahí estaba yo, con mi copichuela, mi cigarrito y mi libro, ensimismado en la lectura. De pronto, escucho un ruido en la ventana del balcón. Inmediatamente me da un vuelco el corazón y aparto la vista de la lectura. Espero un par de segundos y vuelvo a las líneas, pero un nuevo sonido, bastante humano, me aparta de ésta de nuevo.

Cierro el libro y me acerco con recelo a la ventana de la terraza. Al ir a poner la mano en el abridor de la puerta corredera sucede una tercera vez, y esta vez se escucha claramente un gruñido.

- ¡Coño!.- pienso para mí mismo. Estar leyendo un libro de zombies y que te suceda esto acojona un poco. Con el corazón a mil me dispongo a abrir la ventana, pero la parte racional de mi ser me insta a ir al zulo a por el machete, por si las moscas (sí, soy así de racional). Machete en mano, vuelvo hacia la ventana, y un cuarto gruñido hace que la adrenalina me salga hasta por las orejas.

¿Sabéis cómo es esa sensación? Adrenalina rebosando por todos los poros de la piel, corazón bombeando a todo trapo presa de la excitación. Sí, excitación, no miedo. Excitación de pensar "por fin"... Lamentablemente, mi excitación se transforma al instante en decepción, ya que al abrir la ventana no había un zombie esperando ser descuartizado por mi machete militar, sino la vecina del bajo, con los rulos y el delantal puesto, graznando mi nombre. No llega a ser un zombie aunque lo parezca, más que nada porque en su dieta hay cierta variedad, sin embargo es el tipo de señoras a las que podríamos englobar con el término "Orcoñoras". Sacad vuestras propias conclusiones del porqué llamarlas así.

La Orcoñora, que estaba graznando mi nombre a todo volumen, de pronto se queda parada cuando me asomo por la ventana de la terraza para ver qué quiere. Me doy cuenta de que sigo con el machete en la mano, ¡Ups! Lo escondo rápidamente detrás de la espalda.

- ¿Qué pasa María?
- Oyeeeeeeee.... ¿tú eras informático no?
- Desgraciadamente.
- ¿Ñeee?
- Joder... que sí, que soy informático. ¿Se te ha roto la lavadora o qué?
- No hijo esa funciona bien, es el ordenador de la niña que no sé qué le pasa.
- Y querrás que yo te lo mire, ¿a que si?
- ¡Eso es! - ala, con todo el descaro. Y gratis, por supuesto. En fin...
- Vale, ahora bajo. Ve abriéndome una cerveza, que ya sé yo que con dinero no me lo vas a pagar.

Mientras dejo el machete militar en su sitio, me pongo algo de ropa y me dispongo a bajar, no puedo evitar preguntarme en qué clase de enfermo mental me estoy convirtiendo. Este periodo de "inactividad laboral" me está pasando ya factura mentalmente. Acto seguido me pregunto qué clase de enfermedad mental tendrá la Orcoñora esta para llamarme a voz en grito a las 10 de la noche en lugar de subir a mi puerta o, digo más, esperarse al día siguiente a horas menos indecentes.

En fin, salgo, bajo las escaleras y llamo a su puerta. La Orcoñora María me recibe con sus rulos y su bata rosa de terciopelo.

- Pasa pasa, que mi hija está en su habitación. - como si yo supiera dónde está la habitación de la Orconiña, no te jode...

Apenas llevo un año viviendo en este bloque de pisos, pero alguien se enteró de que soy informático, y por supuesto en seguida me convertí en "el informático" de la comunidad. Manda huevos, pero si todavía no sé ni cómo se llama el 90% de mis vecinos... en fin...

La Orcoñora María me lleva a la habitación de su hijita de dieciséis años. Una mezcla de pósters de Hello Kitty, Justin Bieber y los Backstreet Boys inundan paredes y techo sobre un fondo rosa sobre el gotelé. Vaya tela, hasta el puto edredón de la cama es de Hello Kitty, coño... qué repelús. Al final esto está resultando peor que el apocalipsis zombie que tanto ansiaba...

- Bueno, ¿dónde está el cadáver?.- La niña me tiende un netbook de estos de 11 pulgadas, blanco, adornado por no menos de una decena de pegatinas con estrellitas y pegatinas.
- No enciende.- me dice prácticamente sin mirarme, mientras masca chicle a una velocidad absurda.

Cojo el netbook con dos dedos y lo voy girando para mirarle por todos sus ángulos. Talque así...


El aparato tiene ostiones por todas partes. No, no soy un malhablado (bueno, un poco sí), ese netbook no tenía golpes, tenía auténticos ostiones por todas partes. Parecía que había sobrevivido a una competición de Destruction Derby... La carcasa estaba totalmente resquebrajada por varios sitios, le faltaban tres de las cuatro patas de goma, y la pantalla estaba medio descolgada, dado que se había roto una de las dos bisagras. En cuanto a la batería, motivo por el cual el portátil no encendía, estaba suelta porque se había roto una de las dos pestañas de sujeción. Nada que no pudiera apañarse.

- Vaya manitas de uranio tienes, maja.- le dije a la chica después de mi exhaustivo análisis.
- ¿Eing?
- Que está hecho polvo el portátil este.
- Yap, es que se me ha caído unas cuantas veces.
- ¿En la boca de un cocodrilo o algo así?
- Tsck.- la chica me responde con un gesto agrio. Pues estoy yo para aguantar tonterías, HOYGAN.
- ¿Tienes cinta americana?
- ¿Eso qué es?
- Como cinta aislante, pero más gruesa y resistente.
- ¿Gruesa?
- Gorda.
- ¡Pero qué dices tú pringao!- tócate los huevos.
- La cinta americana, que es más gorda que la normal.
- Ah coño. Pues no sé, dile a mi madre a ver.

Voy a ver a la señora, que está en la cocina haciendo la cena.

- María, ¿y mi cervecita?
- Sírvete tú mismo hijo, en la nevera hay de tó.
- Pos vale.- Abro la nevera y me cojo una latita de Mahou. Joder, y yo bebiendo cerveza cutre del Carrefull.
- Oye María.- le digo mientras me acomodo en una silla de la cocina mientras le doy un sorbito a la cerveza.- ¿tenéis cinta americana?
- Ay hijo, no lo sé, eso es mi marido el que sabe, pero está de viaje con el trabajo.- en ese momento la hija aparece con el aparato.
- Bueno, ¿me lo arreglas o qué?
- Qué. Sin cinta americana no puedo. Si queréis me lo llevo y mañana os lo traigo arreglado.
- ¿Y no puedes ahora?.- me dice la niña.
- No tengo en casa, tendría que ir a casa de un amigo, y a estas horas ya no quiero molestarle.- incido con el tono en la última parte de la frase, a ver si se dan por aludidas.
- Joder. Pues por lo menos a ver si haces que vaya más rápido.- la niña deja el portátil sobre la mesa y se va con mala cara. Se ve que se le ha jodido la noche de chateo por Tuenti, o algo... Que se joda, encima que voy a estas horas quiere que se lo arregle en el momento como por arte de magia.

Apuro la lata de cerveza y me despido. Subo a mi casa con el portátil, sin cargador (fallo mío). Cojo un poco de cinta americana (que sí tengo) y le fijo la batería bien. Enciende a la primera. Tras siete minutos de arranque, entra al escritorio. Un fondo de Justin Bieber me da la bienvenida. Joder...

El ordenador, si de por sí es lo más bajo de la gama, va lento de cojones. Necesita un formateo urgente, y no seré yo el que lo haga. Para que vaya "más rápido", borro archivos temporales y demás patochadas, incluyendo 700Mb de logs del messenger, fotos de hello kitty y le cambio el fondo de escritorio por uno totalmente negro. En el registro de Windows le imposibilito el volver a cambiarlo. Que se joda. Edito el msconfig y desactivo un montón de chorradas para que vaya más rápido de verdad. Reinicio para hacer la prueba y el tiempo de arranque ha disminuído a solo 4 minutos. No está mal.

Al día siguiente, al llegar a casa y terminar de trabajar, pensé en ir a devolverle el portátil a la Orconiña, pero decidí que era mejor idea quedarme tranquilamente echándome un vicio al ordenador. Por la noche, a la misma hora que me interrumpieron la lectura el día anterior, bajé a casa de María la Orcoñora. Me abrió la chiquilla.

- ¡Anda! ¡Por fin me lo has arreglado! ¿Ya va más rápido?.- me arranca el netbook de las manos.
- Sí hija sí.
- Pues gracias.- me despide cerrándome la puerta en las narices. Será desagradecida...

Subo para mi casa de nuevo, pero justo a tiempo, antes de que entrara en la comodidad de mi hogar, pude escuchar a la Orconiña gritando "¡PERO QUÉ ES ESTA MIERDA!".

Que se joda...


lunes, 16 de julio de 2012

Sorteo: dos juegos con clave de Steam


Para celebrar que tengo ya casi 1000 followers en twitter y que estamos en pleno Summer Sale de Steam, he decidido que voy a hacer otro sorteo en el blog para premiar a un par de afortunados followers (gracias a que hacéis clic en la publi).

Los premios son las claves de Steam de un par de juegos. Para conseguir el juego solo tendréis que activar la clave en Steam y podréis descargarlo.

- Supreme Commander: Forged Alliance.
- Nexuiz.

Ya hice una pregunta en twitter que acertaron en menos de un minuto, vaya récord :P Así pues en este sorteo no habrá que acertar nada. Para participar siemplemente hay que cumplir dos condiciones:

- Ser seguidor de ManOwaRFreaK en twitter.
- Dejar un comentario en esta entrada diciendo cuál de los dos juegos prefieres y vuestro nombre de twitter para poder contactaros si ganáis.
- (Opcional) Si hacéis un RT al tweet de este post o le dáis un poco de bombo al sorteo en twitter se agradecerá, pero no es obligatorio para participar :P

El sorteo se realizará el Sábado día 21 a lo largo del día, así que el límite de participación es el Viernes 20 hasta las 23:59.


Aclaración: El Supreme Commander será sorteado entre los que en los comentarios eligieran ese juego, y lo mismo con el Nexuiz.


Que la suerte os acompañe :)

PARTICIPANTES


Supreme Commander


1 @TarodBOFH -> Ganador
2 @ChopSuey73
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31 @Ibardol

Nexuiz

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29 @Deznait
30 @Santicarta

Enlace al vídeo del sorteo: http://youtu.be/BVTtgLoXbuo?hd=1

¡Enhorabuena a los ganadores!

lunes, 2 de julio de 2012

BOFH vs BOFH: El desafío.

Tras mis aventuras (o desventuras, según se mire) en V, me tocó volver a las oficinas centrales del Equipo A a continuar mi ardua tarea con esa Excelente herramienta de Microsoft. Pasaban los días y seguía sin las prometidas noticias por parte de MaisOui, por lo que únicamente me quedaba continuar con mi incansable e infructuosa búsqueda de un nuevo empleo mientras tenía que soportar los continuos abusos de mis queridos pagadores.

Nótense las tres ironías del párrafo anterior.

- "Son momentos difíciles, pero todo pasará. Aguanta; vendrán tiempos mejores.", me repito a mi mismo una y otra vez, intentando echar mano a todo el estoicismo que soy capaz de reunir. Sin embargo toda búsqueda de nuevo trabajo sigue sin dar resultado, y todo mi empeño para no cometer un asesinato en serie cada vez que voy a trabajar empieza a mostrar síntomas de flaqueza. Finalmente mi voluntad, paciencia y estoicismo se terminarán, y la cosa no acabará bien, sobre todo si mis "jefes" y compañeros siguen empeñados en hacerme el día a día cada vez más complicado.

No obstante, llegó un día en el que por fin pude poner a prueba mis habilidades en un reto al que nunca antes había tenido la suerte de enfrentarme. Y de paso pude evadirme totalmente del trabajo durante un par de días.

Ya os he hablado de la potencia de cómputo que tiene el ordenador que me han asignado. Toda una maravilla de primeros del año 2000. Una joya. No obstante, aunque lento, caminaba con paso firme y seguro, hasta que llegó un momento en el que la navegación por Internet se hizo imposible. Imposible no porque fuera lenta, sino porque no funcionaba, literalmente. Error de DNS entrara donde entrara. "Qué raro", pensé, "yo no he tocado nada".

Ya comenté que el primer día que me dieron este ordenador me tocó "convencerle" para que me proporcionara él mismo la contraseña de administrador para poder acceder a él. Y menos mal, porque por algún motivo también me bloquearon mi cuenta de dominio (estoy seguro de que yo no fui, tengo una especie de memoria eidética para las contraseñas). Y gracias a esta pude hacer sendas comprobaciones para tratar de resolver el problema con las DNS y desbloquearme a mi mismo. Mi primera comprobación fue en el protocolo TCP/IP: todo configurado en modo automático. Fuerzo las DNS poniendo las de Google. Seguí sin poder navegar, pero ahora no me daba error de DNS.

De pronto me vino otra de esas intuiciones que nos vienen a los informáticos de vez en cuando, y fui directo a mirar el fichero HOSTS de Windows. Al abrirlo, comprobé sorprendido que "alguien" lo había editado para que la mayoría de las páginas web de mi historial de navegación apuntaran a localhost. Compruebo la fecha de modificación del fichero y veo que lo han modificado hace escasos 10 minutos, es decir, justo en el momento en el que empecé a tener problemas de navegación. Curioso. Parece bastante claro que hay alguien haciéndome boicot informático, alguien que parece bastante decidido a acabar conmigo.

En ese momento echo de menos no llevar a Balrog™ conmigo. Balrog es un pendrive de 16 gigas que tiene más años que la Tarara, pero que contiene un completo kit de herramientas destructivas, las cuales son el resultado de un acopio de varios años. Muchos, muchos años, de hecho. Balrog ha estado conmigo desde antes de ser un pendrive.

No obstante, descargo un par de herramientas gratuitas de la web (Wireshark) y comienzo a capturar todo el tráfico entrante en mi equipo. Arreglo el fichero HOSTS y de nuevo puedo volver a navegar con relativa normalidad. Sin embargo, pasados unos minutos vuelvo a tener el mismo problema, con el añadido de que me han cambiado el fondo de escritorio por la fotografía de un dedo corazón y la frase "FUCK YOU". No sé qué tendrá esta persona en mi contra, pero esto ya se ha convertido en algo personal.

Rápidamente chequeo el fichero HOSTS y de nuevo lo han modificado. A toda prisa empiezo a analizar el tráfico que WireShark ha capturado, y en un periquete me hago con la IP "atacante". Una vez que tenía la dirección IP en mi poder el resto era coser y cantar. Al estar en la misma LAN, hago una conexión remota y en seguida veo qué usuario es el culpable. Llamémosle "BOFHito". Me resulta gracioso que al buscar su nombre de usuario en el portal del empleado me aparecen todos sus datos, incluyendo número de teléfono móvil y una foto de tamaño carnet en la que aparece sonriente y sujetando un teléfono. Podéis imaginar vosotros mismos lo bien que queda esa "pose" en tu foto de empresa.

Ya tengo la IP, el nombre de máquina y el usuario de BOFHito, la persona que está intentando putearme. No sé si es porque se aburre y me ha elegido como víctima o porque alguien le ha encomendado esa tarea, que a estas alturas ya no me sorprendería nada de nada. Lamentablemente, dispongo de muy pocos recursos para hacer mucho más, salvo conectarme por RDP a su máquina y dejarle un mensaje rezando "No toques las cosas de no tocar, LUSER". Curiosamente, después de ese mensaje no volví a saber de él en lo que restaba de día.

Al día siguiente yo trabajaba desde casa, así que al estar fuera de la LAN de la empresa y al carecer de VPN no podía hacer gran cosa. Pero algo sí que podía hacer: utilizar a mi amigo John "Jack" the Ripper. Es Jack porque a mi me da la gana de llamarle así.

El viernes sí que estaba en la oficina. Llegué antes que nadie para encender mi ordenador y darle tiempo a arrancar, que los 10 minutos iniciando Windows no se los quita nadie. Con el equipo arrancado y en pleno funcionamiento comencé la tarea. Muchos "compañeros" ya habían llegado y estaban afanados comentando el partido de Italia contra nosequién, así que aproveché la coyuntura para comenzar el ritual:

Del bolsillo interior de mi mariconera saqué una pitillera cerrada con un pequeño candado bañado en plata. El candado refulgió con la luz de los fluorescentes y se pudo atisbar durante un momento el anagrama de un Ankh invertido en su superficie. Era la primera vez que iba a utilizar esto en público, así que estaba un poco nervioso. Con cuidado, introduje la llave en la cerradura del candado. Tragué saliva. Giré la llave y el mecanismo sonó con un chasquido seco. Los fluorescentes parpadearon durante unos segundos, y un frío gélido me recorrió la espalda. La ausencia de cualquier sonido a mi alrededor denotó que los "compañeros" que tan animadamente hablaban del circo de la tarde anterior se habían callado de pronto. Tragué saliva nuevamente antes de proceder a abrir la pitillera....

Ahí estaba, vibrando de la emoción por saber que me había visto obligado a requerir sus servicios de nuevo. El poder de innumerables LARTS estaban concentrados en esos 16Gb. Balrog, todo el odio y la maldad de cientos de BOFHs personificados en un pendrive. Yo era consciente de que cuanto más utilizaba a Balrog más se consumía mi alma en el infierno, pero era un precio pequeño a pagar con tal de consumar la venganza. Venganza, el más dulce placer... el único sentimiento más fuerte que el amor o el odio. Por venganza han caído imperios enteros e innumerables héroes abarrotan cementerios.

Llegó el momento.

Introduje a Balrog en un puerto USB del ordenador, y automáticamente sus ventiladores comenzaron a funcionar a máxima potencia.

- ¡Tii rúuu!.- sonido inequívoco de que Windows XP ha reconocido a Balrog como su nuevo amo y señor. Comienza la fiesta. Mis dedos se funden con el teclado del portátil y comienzan a moverse con vida propia a una velocidad imposible de seguir para el ojo humano. Mi consciencia es transferida a la máquina y viceversa en una orgía de unos, ceros y malas intenciones.

Lamentablemente, BOFHito todavía no había llegado a la oficina cuando yo ya tenía todo dispuesto, así que aproveché el tiempo en preparar el que sería su castigo. En cuanto vi que la IP de su equipo generaba actividad, comencé la intrusión con mi viejo amigo Sub7. Es curioso que con tanta tecnología y tantísima preocupación por la seguridad de la información con antivirus y demás, "programas" tan arcaicos como Sub7 sigan funcionando como el primer día sin ser detectados. Mientras tanto, pude ver cómo BOFHito estaba haciendo una compra en Amazon y había lanzado la factura por la impresora láser de su departamento. Perfecto. Paré el documento con la factura y en su lugar lancé por la misma impresora la imagen que dos días antes BOFHito me había puesto de fondo de escritorio. Me sorprendió escuchar un "¿Pero qué...?" a lo lejos un par de minutos después.

Me sentí tentado de levantarme para verle la cara, pero estaba demasiado inmerso en mis siguientes acciones como para ni siquiera pensar en mover un músculo de las piernas. Sub7 estaba haciendo su trabajo soberanamente bien, y ya tenía el ordenador de BOFHito totalmente auditado e incluso con keyloggers para cuando éste volvió a su sitio. BOFHito resultó ser una persona bastante descuidada, ya que incluso con las severas advertencias que estaba recibiendo en forma de poltergeist en su ordenador este personaje decidió que sería buena idea acceder a la página de su banco...

- Hazlo ManOwaR... se lo merece...- una voz en mi cabeza me incita a aprovecharme de la situación.- ya casi lo tienes, ¡HAZLO!...

No. Trato de resistirme a Balrog con todas mis fuerzas. Me auto abofeteo ante la atónita mirada de la gente de mi alrededor. - Céntrate, céntrate.- trato de relajarme y concentrarme de nuevo en la tarea. No sin esfuerzo y tirando de fuerza de voluntad, elimino los registros de los datos bancarios de BOFHito para evitar tentaciones. - Lo he logrado. Sabía que esto podía ocurrir, así que estaba preparado mentalmente para resistir la tentación de Balrog. Es el precio que hay que pagar. No obstante, no esperaba que BOFHito fuera tan sumamente descuidado. Vamos a darle más señales...

Cojo el portátil y me coloco de manera que vea a BOFHito por el cristal de su departamento. Creo que había alguien sentado donde me puse yo, pero de pronto me di cuenta de que me habían dejado solo. No logro comprender si es por el aura maléfica de Balrog o porque estaba teniendo consecuencias la fabada del día anterior. No tiene importancia, lo importante es que ahora estaba en una posición privilegiada en la que podía ver claramente a mi víctima, e incluso la pantalla de su ordenador.

Comienzo la intrusión con algo tremendamente sencillo: abro su lector de DVD. Suena un pequeño clic (es un portátil) y el chico mira sorprendido. Lo cierra con la mano. Vuelvo a abrírselo y se repite el proceso un par de veces más hasta que grita "¡Joder!". Le lanzo un mensaje.

"Te advertí de que no tocaras las cosas de no tocar, luser".

BOFHito mira a su alrededor con cara de preocupación. Apaga su máquina de botonazo, se levanta tratando de atisbar a su enemigo. De pronto clava su mirada en mi. Le saludo con la mano, con una sonrisa de oreja a oreja. Resopla, refunfuña y se sienta de nuevo en su ordenador, no sin antes decir un "te vas a cagar".

Esto se pone divertido. Veamos de qué es capaz. Parece que no es un novato, ya que quita el cable de red antes de arrancar y meter su contraseña. No obstante ya es tarde para eso, pues su contraseña la tengo desde hace bastante tiempo. Abre algunos programas antes de volver a conectar su cable de red. Me doy cuenta de que ha cambiado su dirección IP, pero el nombre de máquina sigue siendo el mismo, así que no me resulta nada complicado volver a obtener la nueva, y como su máquina ya está infectada, Sub7 vuelve a la carga.

De pronto comienza él su intrusión. Veo cómo ha intentado conectarse por RDP a mi equipo. Una lástima que yo ya había contado con eso y había deshabilitado el acceso, aunque tentado estuve de volver a habilitarlo para ver de qué era capaz. Me doy cuenta de que se ha conectado a un servidor, y desde ese servidor está editando el registro de windows de mi máquina. ¡Alerta roja!. Edito su configuración de red para que no tenga salida a ninguna IP que no sea la mía y aplico los cambios justo a tiempo para que no le de a él tiempo de salvar los cambios que ha hecho en mi registro de windows: su consola al servidor se ha cerrado. Mientras BOFHito está entretenido intentando solucionar el entuerto que le he hecho, decido pagarle con la misma moneda, pero mi conexión a su regedit es más eficiente: Balrog guarda en sus entrañas dos docenas de scripts que se pueden ejecutar en remoto y que editan el registro de windows para obtener diferentes resultados... además de otros scripts que hacen cosas curiosas.

El primer script que ejecuto le retira los privilegios de administrador a su usuario. Acto seguido, ejecuto otro que le cierra todo lo que tiene abierto y le cambia el fondo de escritorio por un fondo negro con letras rojas que reza "0wn3d by BOFHer". Por último, a través de Sub7 oculto todos los iconos de su escritorio y le bloqueo el botón de Inicio. Ordenador totalmente inutilizado. BOFHito vuelve a apagar de botón, y yo me preparo para el tercer asalto.

Esto está siendo divertidísimo.

BOFHito vuelve a girarse hacia mi, se levanta de su silla y pone los brazos en jarras. Comienza a andar hacia mi. Yo trato de recuperar la consciencia y con disimulo retiro a Balrog del puerto USB y me lo meto en el bolsillo.

- Hola, eres ManOwaR, ¿verdad?.- me ofrece su mano.
- Sí, ¿y tú eres...?.- me levanto y le estrecho la mano.
- Soy BOFHito. Buena partida, me has machacado.- no me esperaba esta caballerosidad.

Después de cruzar unas cuantas frases de alabanza del uno sobre el otro, BOFHito me pide que le devuelva el control sobre su PC. Cuando miro a mi portátil del trabajo me doy cuenta de que está humeando y con algunas de las teclas medio derretidas por el calor. Vaya con Balrog...

- Bueno, no te preocupes, mañana te tengo preparado un portátil nuevo.

Excelente. Y ya que estamos, aprovecho para preguntar.

- Oye, BOFHito, a todo esto... ¿por qué me has atacado?
- Han sido órdenes de arriba.
- ¿Cómo de arriba?
- Se dice el pecado pero no el pecador.
- Ha sido Faust, ¿verdad?
- Joder macho, lo sabes todo.
- Intuición femenina, oye. Pues esto se ha pasado ya de castaño oscuro, hay que darle una lección de verdad a este tipo.
- Me apunto.- de nuevo me sorprende su contestación.
- ¿Cómo que te apuntas?
- Sí. Te debo una después de esto, así que te echaré una mano.
- Excelente...

MUAHAHAHAHAHAHAHAHAHA!!!!


miércoles, 20 de junio de 2012

De vuelta a las andadas (2/2)


Al día siguiente tuve que volver a V. Qué penica, con lo agustillo que estaba yo en la central haciendo de puto becario con los excels. Fui directamente para allá sin pasar por las oficinas. Que manda huevos que en pleno año 2012 en el que en las empresas cada vez se está poniendo más de moda las entrevistas por Skype me hagan ir a las oficinas centrales a pasar revista. Y con el fin del mundo tan cerca...

Al llegar a los tornos de entrada recuerdo que el día anterior no funcionaban. Me lo apunto, esto hay que revisarlo, aunque no está en la lista que me enviaron. De pronto noto un sudor frío que me recorre la espalda y automáticamente me escondo donde buenamente puedo cual felino sintiendo el miedo. Algo malo está a punto de suceder. Sesenta y séis segundos más tarde, efectivamente ocurre algo. Una sombra pequeña, arrugada y balanceándose de un lado a otro cual góndola pasa por la barrera: Cellisca ha llegado. Pero, ¿todavía no la han largado?

Decido que es mejor tomarme un café antes de ir a "saludarla", así que busco a un luser despistado que me invite. Todos están encantados de que esté allí, así que me tomo dos, y como que no quiere la cosa me he tirado una hora charlando con la gente y tomando café sin hacer ni el huevo. Es que me echaban de menos, no es que yo le esté echando morro para alargar mi estancia ahí. Bueno, vamos a por los problemas. Comencemos con los tornos. Subo al CPD y me conecto al servidor que los controla. Conexiones en rojo, no tienen red. Voy para fuera y le digo a Payoponi que me deje entrar en la garita.

Explico la situación por si no lo hice anteriormente: el switch que hay en la caseta del guarda es el que da servicio a los tornos y las barreras: 3 tornos de entrada y salida (6 tomas) y dos barreras (otras dos). Mas una para recibir el servicio del switch principal. 9 tomas. Pues han cascado un Cisco Catalyst 2950 de 48 bocas, y lo tienen colgado en la parte de debajo de la mesa con bridas. Con dos narices. El caso es que, al estar ubicado debajo de la mesa, el guarda tienda a darle muñonazos y rodillazos cuando se taja por las noches. Y claro, el animalico se resiente. Solo hay que apretar un poco los cables y pegarle un reinicio para que vuelva a la vida. Esto es algo que he procedimentado, y he solicitado el cambio de ubicación del switch mil veces. Pero nadie me hizo caso, como de costumbre. Pues nada, ajusto cables, apago y enciendo switch y funcionando. Sigo redactando el informe de cosas, para que luego no me digan.

Cuando estoy saliendo de la caseta, dispuesto a ir al departamento de IT a "saludar" a Cellisca y al cani vegetal, un par de lusers se acercan dispuestos a firmar en la hoja de registro.

- No, si ya no hace falta, ya funcionan los tornos.- les dice Payoponi. Los lusers le miran extrañados.
- ¿Lo han arreglado?.- responde uno. De pronto, mira hacia mi. Yo levanto las cejas haciendo la señal de dúplex dos veces, y el luser se echa un poco para atrás, asustado.
- ¡¿Y tú qué haces aquí?!.- vaya, esa respuesta no me la esperaba. Me acerco sonriente.
- He venido a... arreglar cosas. Como los tornos y tal.

Ambos lusers corren despavoridos. Pobrecitos, estos fueron de los pocos que sufrieron mi ira. Hablando de ira, se me olvidó recoger el LART, todavía debe estar arriba. Creo que debería ir a recogerlo, y mejor si lo hago antes de ir a ver a Cellisca. Eso hago. Subo al CPD para recoger mi LART, pero allí me encuentro al informático que me prestó su portátil el día antes, cambiando las cintas de backup. Le saludo con la mano. El chaval parece bastante majo y sabe lo que hace (más o menos). Al final me lía, y en un par de horas le enseño cómo arreglo en servidor de WSUS y el de antivirus. Parece interesado en aprender, que ya es mucho visto lo visto. Ya que tenemos confianza nos bajamos a por un cafelito y entablamos conversación.

- Oye, y el vegetal ese que hay sentado a tu lado en el departamento... ¿de qué invernadero le han sacado?
- Jaja. Pues ni idea, si te digo la verdad solo sé que se llama Jacinto. Y eso que ambos somos de la misma empresa y se supone que trabajamos juntos.
- Y a todo esto, se os ve mucho por aquí y además juntos. ¿No se supone que había 2 informáticos para las 3 plantas de Madrid?
- Ya, eso era al principio. Pero al final, al ver que no podían con todo y que se les fueron varios, han metido a 5.
- Es decir, que han metido a 5 informáticos para 3 plantas.
- Sí.

Manda huevos. Nada más que añadir.

- ¿Y con Cellisca qué tal?
- Asquerosa.
- Ya, pero ¿qué tal?
- Pues eso, asquerosa. Es una jefa asquerosa. De las que te mandan cosas sin sentido y tienes que decirle si bwana porque ella es la directora y punto.
- Qué típico. Oye, ¿sabes que esto podría utilizarlo en tu contra, no?
- Me da igual. Estoy deseando que me echen. Aquí estoy a disgusto, compañero de mierda, empresa de mierda, jefa de mierda, explotado y mal pagado.
- Bienvenido al mundo de la informática y, en especial, al de las cárnicas.
- ¿Cárnicas?
- Consultorías informáticas.
- Ahhhh... jaja.
- Bueno, pues que sepas que no voy a usarlo en tu contra.
- ¿Por?
- Porque sé lo que es estar en tu pellejo. Anda, vamos.

Cojo el LART y bajamos. Llegamos al departamento de IT. El cani vegetal sigue en la misma posición en la que le dejé el día anterior. Cellisca está sentada en su trono de directora de IT y levanta la mirada al vernos llegar.

- ¡Anda, ManOwaR! ¿Como tú por aquí?- en seguida se levanta y viene a darme dos besos. Qué falsa es la tipa. De mala gana me veo obligado a responder a su saludo.
- Pues ya ves, aquí ando.
- ¿De visita?.- OMFG, que a esta no le han dicho que venía a medrar su incompetencia, JAJAJAJA.
- Puessss.... se podría decir que sí. Y de paso arreglando cosillas.
- ¡¿Cómo que arreglando cosillas?!
- Pues eso mismo. Este chico tan amable me ha dado una cuenta de administrador y me ha prestado su portátil y...- Cellisca me corta. El chaval me mira complacido. Ve un poco de luz al final del túnel.
- ¡Esto es intolerable! ¡Ahora mismo vamos a Recursos Humanos!- cuando se enfada parece que se encoge incluso más de lo pequeña que es.
- ... estoy aquí por orden de MaisOui. Quizás quieras hablar con él primero.
- Emmm...

Cellisca se queda parada, lívida. Chasqueo los dedos delante de su cara, pero no surte efecto.

- Bueno pues nada, voy a seguir arreglando cosas.

El chaval se pega a mi como una lapa. Le divierte mi forma de ser, creo. O que lleve el LART atado al cinturón con total normalidad. Durante la tarde, entre los dos finiquitamos la lista de temas pendientes y urgentes que me dio MaisOui el primer día. Una pena. El chaval es bastante bueno, pero está tan hasta los huevos que está deseando que le echen. El caso es que me he quedado sin cosas que hacer allí, así que voy a ver a MaisOui.

- Nashhhh....
- Hola ManOwaR, ¿qué tal va la cosa?
- Todo lo que me has dado está solucionado. Te he redactado un informe para que veas los problemas que había, y los problemas que surgirán si no se pone solución.

MaisOui coge mi informe y lo lee con atención.

- ¿Tú qué opinas?.- me dice sin levantar la mirada del papel.
- ¿Sobre qué?
- Sobre lo que está pasando aquí.
- Creo que mi opinión no tiene ningún sentido, yo no pinto nada aquí.
- Bueno, pero quiero saberla, ámbito personal.
- Creo que os hace falta un administrador de sistemas.
- Bueno, ahora tenemos a dos informáticos fijos aquí.
- Ya, pero aparte de que uno de ellos hace lo mismo que un geranio en una maceta, son informáticos como bien has dicho, solucionan incidencias y nada más. Necesitáis un administrador de sistemas, alguien que haga mantenimiento, optimice, actualice y en definitiva que evite los problemas. Cuando yo estaba aquí solo no había tanta problemática. ¿Por qué? Porque hacía tareas de prevención. Que pueden seguir pasando cosas graves, claro que sí, eso es inevitable, pero mira hasta el punto que habéis llegado por culpa de no tener a nadie que esté pendiente de los sitemas.

MaisOui me mira con gesto severo. Quizás me he pasado un poco, pero no he dicho ninguna mentira al fin y al cabo.

- Tienes razón. ManOwaR, si te hiciéramos una oferta, ¿tú vendrías a trabajar aquí permanentemente?
- Si la oferta es buena y me ofrecéis un contrato directo con vosotros, sin intermediarios, es probable que sí.
- Ok, es todo lo que necesito saber. Tendrás noticias mías, muchas gracias.- se despide estrechándome la mano.

Es un comienzo. Pero no quisiera despedirme de V sin antes pasar a ver de nuevo a Cellisca, y a ser posible dejarle algún detallito para que mi persona sustituya a la ballena en sus pesadillas. Esto último va a ser complicado, pero bueno. Llego de nuevo al departamento de IT. El vegetal sigue en estado vegetativo. El ordenador de Cellisca está ahí, encendido, pero ella no.

Me siento en un sitio disponible y conecto mi portátil. Qué bien, no se han molestado en cambiar ninguna contraseña de nada tras mi marcha (excepto la del servidor de CIM). Decido añadir las webs de feisbuk al fichero local hosts del ordenador del vegetal de manera que apunte a la web de la RAE. Verás qué risa cuando reinicie. No, esto no lo he hecho solo por joder, ¡malpensados! Esto lo he hecho para aumentar su productividad. Aunque creo que conque fuera capaz de levantarse a mear ya sería más productivo.

Al poco llega Cellisca, y sin decir nada se sienta en su sitio. Mi jornada laboral termina, así que apago y le devuelvo el portátil al chaval.

- Bueno, supongo que ya puedes borrar mi cuenta de nuevo.- le digo mientras le doy la mano.

Cellisca levanta la mirada.

- Oye ManOwaR, ¿puedes ayudarme con una cosa antes de irte?
- ¡Anda! ¡Un poyaque! Hacía mucho que no me lo hacían.
- ¿Un qué?
- Poyaque. Po ya que estás aquí...
- Jajaja.- pone cara de asco mientras ríe. Argh, qué grima, es peor que un orco.
- Bueno, dime.
- Mira, este excel.- OMFG.- tenía aquí un montón de datos que he estado rellenando, pero de pronto me han desaparecido.

Me fijo detenidamente. Está en la columna ABJ, es decir, MUY a la derecha de donde supuestamente debería tener los datos.

- Ufff, qué mala pinta tiene esto.- respondo mientras pongo cara de preocupación.
- Voy a poder recuperarte el trabajo, pero seguramente pierdas lo que hayas hecho hoy.
- ¡No jodas!
- Ya te digo.- mientras se queja, abro el administrador de tareas y mato el proceso excel.exe. Vuelvo a abrir el excel que tenía abierto.
- ¡Aquí están mis datos! Buf, pero faltan muchísimos, ¡todo lo que he rellenado esta mañana! - rápidamente llevo el ratón a la zona izquierda, donde Excel te propone qué autosave quieres recuperar, y lo cierro.
- Bueno, al menos no has perdido todo el Excel.
- Uf, bueno, gracias ManOwaR.
- De nada mujer, de nada.- JAJAJAJAJA. Algo es algo.

De pronto, un grito desgarrador atrona en el departamento.

- ¡PERO QUÉ MIERDA ES ESTA!- el cani vegetal se levanta de su sitio y comienza a hacer aspavientos con los brazos.
- ¿Qué te ha pasado?.- contesta Cellisca.
- ¡Naaaaaah! ¡Que esto no va! ¡Es una puta mierda!.- se muerde el labio en gesto amenazante. Picadura de cobra. Se muerde el labio de nuevo.- ¡Tsch! ¡Así no se puede trabajar!. Le mete un golpe al portátil y cierra la tapa de golpe. Comienza a caminar, dando patadas a las patas de las mesas mientras sigue jurando en hebreo. Se dirige hacia mi. Este es el típico que luego sale en los programas de Hermano Mayor y demás.
- ¡Seguro que has sido tú, que tienes pinta de friki de los ordenadores!. Comienza a levantar los brazos como la mantis religiosa a punto de comerle la cabeza a un macho. Según se va acercando el chaval me doy cuenta de que no levanta dos palmos del suelo, apenas es un par de dedos más alto que Cellisca.

De pronto caigo en que todavía tengo el LART atado en el cinturón.

- Y ahora, joven Padawan, te voy a enseñar lo que es un LART.- le digo al chaval. Desengancho el LART y lo chasqueo en el aire. Sin querer le atizo a Cellisca en plena chepa.
- ¡AY!.- se echa sobre la mesa rascándose la espalda. El cani se queda parado. Puedo ver una gota de sudor bajando por su mejilla.
- Ups, perdona, Cellisca.- jajajaja!


viernes, 15 de junio de 2012

De vuelta a las andadas (1/2)


Llegó el día, era inevitable. Un martes cualquiera en mi mundo de excels e incidencias que llegan por correo. El nuevo teléfono de Faust suena, y éste camina nervioso mientras habla con alguien. Veinte minutos de conversación después cuelga y viene hacia mi sitio.

- ManOwaR, recoge tus cosas y vete ahora mismo para V.
- ¿Y eso?
- Tienen problemas gordos y urgentes. Me han llamado para ver si estabas disponible y les he dicho que sí.
- Pues vale. ¿Voy y ya está o sabemos lo que tengo que hacer allí?- contesto mientras cierro todo y apago el ordenador.
- Debe haber sido una hecatombe, porque me ha llamado el director general en persona y estaba bastante cabreado.
- Pues nada. ¿Cuánto tiempo voy a estar allí?
- Hasta que arregles el desaguisado, supongo que un par de días.
- Ok, hasta luego.

Recojo mis cosas y me voy. Tres cuartos de hora más tarde llego a V, y como siempre hay aparcamiento de sobra en la puerta (igualito que donde estoy ahora, donde tengo que aparcar a 15 minutos a pata). Payoponi está en la garita de entrada, y pone los ojos como platos al verme.

- ¡Hola ManOwaR! ¿Por aquí otra vez?
- Ya ves, algo han roto.- respondo mientras firmo en la hoja de visitas.

Me da una tarjeta de acceso provisional y me dirijo a los tornos de entrada.

- ¡Oye! Tienes que entrar por la barrera, los tornos no funcionan.

Empezamos bien. Paso agachando el lomo por la barrera, ya que Payoponi decidió que era mejor llamar a alguien por teléfono que abrirme la barrera para que pasara. Al levantar la vista me quedo parado de pronto. Hay varias pancartas colocadas por diversos sitios, y la mayoría habla de un empleo digno. Ufff... a saber...

Voy para dentro, directo al despacho de MaisOui. Muchos lusers levantan la mirada al verme pasar, y la cara de más de uno me deslumbra de iluminada que se le puso. Yo saludo con la mano mientras sigo andando, pero varios se levantaron a saludarme, y alguno incluso se atrevió a pedirme que le mirara su ordenador. Trolls... Miro por la cristalera al departamento de IT; hay dos personas que no conozco, no son los dos informáticos a los que "dí formación" en los últimos días antes de irme.

Hago caso omiso y sigo mi camino hacia el despacho de MaisOui. Aunque es raro encontrarle ahí, le veo a través del cristal de la puerta hablando por teléfono. Me hace un gesto para que entre y automáticamente cuelga. Me estrecha la mano.

- ¡ManOwaR! ¿Qué tal te va?
- Hola MaisOui, pues mira, ni fú ni fá. Me ha dicho Faust que viniera a haceros una visita, ¿qué ha pasado?
- Ais si yo te contara.
- Bueno, para eso estoy aquí, cuéntame.
- Jeje, eso es lo que me gusta de tí, vas directo al grano ¿eh?
- Así soy yo.
- Vale pues... ¿recuerdas que los dos informáticos que vinieron en un principio se marcharon y vinieron otros dos, no?
- Sí.
- Pues se marcharon la semana pasada, y ahora hay otros dos distintos.
- Ajam. Y no han recibido formación, ¿me equivoco? ¿Por qué se han marchado los otros dos?
- No tengo ni idea, no dieron motivos.
- Vaya tela. Bueno, dime qué no funciona y luego si te parece me invitas a comer y me cuentas la historia. Vamos a hacer funcionar la fábrica.
- Ok, mira, junto con Cellisca he elaborado una lista de cosas que no van, de mayor a menor urgencia.- me da un papel con unos 15 puntos. Jodó...
- Vale, pues me pongo a ello.

Primera parada: vamos a visitar a los informáticos. Voy para el departamento. Lusers que no me vieron la primera vez que pasé vienen a saludarme y a preguntarme si vengo a quedarme. Ya me gustaría, ya... Llego al departamento de IT.

- Buenos días.

Ambos personajes están afanados con sus portátiles. Uno de ellos levanta la mirada.

- Para abrir una incidencia llama al 902.
- ¿Así saludáis por aquí? - el tipo me responde con una mirada de mala leche.
- Bueno, ¿qué quieres?
- Soy ManOwaR, he venido a arreglar un montón de cosas, pero necesito que me creéis una cuenta de administrador de dominio.
- Sí claro, ¿y qué más?

Vale, el tipo es un borde. Pero no tiene la culpa de no saber quién soy y a qué vengo, así que decido no ser malvado. Es normal que se quede así cuando le pido una cuenta de administrador de buenas a primeras.

- Vale, ahora vengo.

Me voy a buscar a MaisOui para que venga conmigo y le explique a estos tipos la situación. Vuelvo con él.

- Oíd, este es ManOwaR, ha venido a arreglar todo lo que vosotros no sabéis, así que dadle todo lo que os pida. - ambos se quedan un poco cortados y, de hecho, pálidos. La verdad es que el dire ha sido bastante borde, se ve que su paciencia ya ha sido colmada con el departamento de IT.
- Bueno, vale, ¿qué necesitas?
- Una cuenta de administrador de dominio y un portátil.
- Vale, la cuenta te la creo ahora, pero no tenemos portátiles.
- ¡Pues le das el tuyo!.- replica MaisOui.- yo me marcho, que tengo trabajo. Dadle lo que os pida en seguida. Adios.- qué tajante. Mola.

El chaval acata. Me da mi usuario y contraseña y cierra la sesión de su portátil para dármelo.

- Bueno pues yo me voy, no puedo trabajar sin mi portátil.- dice con tono de suficiencia.
- Hasta luego.- le respondo mientras se aleja con cara de vinagre. Como si fuera mi culpa. En fin.

Comenzamos con la tarea. Primer problema: los departamentos de RRHH y Compras están sin red desde el día anterior. Me conecto al switch que les da servicio y veo que el spanning tree está hecho un auténtico asco. Fenomenal.

- ¿Vienes?.- le digo al informático que todavía está ahí, ensimismado con el portátil. Ni siquiera me contesta, ni hace el amago de levantar la cabeza. Para mí que se ha quedado vegetal. O directamente es un maleducado de la leche.

Me persono en sendos departamentos buscando específicamente el causante del problema, y lo encuentro en una de las salas de reuniones que también son alimentadas por ese switch: switch conectado a switch haciendo redundancia cíclica. Cuánto lumbreras suelto… en fin. Lo desconecto y me lo llevo al departamento de IT. El vegetal sin nombre sigue dándole al teclado de su portátil. Me asomo a su pantalla y está en el chat de feisbuk. Así nos va…

Desde mi portátil prestado me conecto al switch e intento regenerar el span tree pero no da resultado, así que decido subir al CPD y apagarlo a cholón. Cuando vuelve a arrancar el span tree está intacto. Perfecto. Bajo a RRHH para confirmar que ya tienen red: efectivamente, problema solucionado. Vuelvo al departamento de IT y comienzo a redactar un pequeño informe de lo que estoy haciendo para que quede constancia.

Siguiente problema: no funciona ninguna pistola de radiofrecuencia. Me extraña que se hayan estropeado todas a la vez, así que voy al almacén y pregunto. Me dejan una pistola y efectivamente no funciona porque está sin cobertura wifi. Compruebo el router wifi y está correcto, y de hecho cerca de éste sí que hay cobertura. Compruebo los Access Point circundantes; están con los ajustes de fábrica. Así no me extraña que no funcionen. Cojo una copia de seguridad de la configuración de estos del servidor de datos y se la encasqueto. Pruebo y rula. Otra cosa menos. Me pregunto quién habrá sido el lumbreras que decidió ponerle la configuración de fábrica a los APs.

Tercer problema “crítico”: el servidor de CIM no para de tener caídas. Vamos a verlo. Al acceder al servidor veo que le han cambiado la contraseña. Compruebo el fichero de contraseñas de IT y no está actualizado. ¡Genial! A preguntar.

- Oye.- me dirijo al informático vegetal. Hace caso omiso.
- ¡EH! ¡DESPIERTA!.- le grito mientras chasqueo los dedos. El tipo levanta levemente la vista hacia mi pero en seguida vuelve a su pantalla. Este es gilipollas, además de maleducado. Ok. Tiro de su cable de red, que por supuesto no tiene pestaña.
- ¡Pero qué haces! ¿Tú eres imbécil?- se levanta de la silla y empieza a hacer la postura de ataque del cangrejo canadiense con los brazos levantados. En ese momento me doy cuenta de lo que había detrás de la pantalla de su ordenador: ¡Sí es él, sí que lo es, el auténtico estereotipo de Cani! No hace falta que os lo describa con más detalle. Y a raíz de este “descubrimiento” comienzo a comprender muchas de las cosas que están sucediendo en V. Lo que no entiendo es por qué me dieron el portátil del que sabía y dejaron al inútil aquí…

Mi respuesta a su ataque corporal del cangrejo es ponerle el cable de red delante de la nariz. El individuo se queda parado intentando mirar el cable que está a 2 centímetros de su nariz con ambos ojos y boca de besugo.

- ¡Eh primo! Necesito que me digas la contraseña del servidor de CIM.
- ¡Y yo qué sé pavo! Anda dame el cable antes de que te meta, ¡tsch!- agarra el cable mientras hace el ataque de la cobra con la cabeza, lo vuelve a conectar en su portátil y vuelve a sentarse. Se ve que sus amigas la Jenny y la Jessy le estaban echando de menos en el chat. En fin, visto que el elemento este no va a colaborar decido que lo mejor es subir al CPD y trabajar en el servidor directamente. Desde luego los de VamosDeListos son la leche eligiendo a sus técnicos. ¿Qué CV tendrá este tipo?

Ya en el CPD accedo al servidor de CIM con la cuenta de administrador que me crearon por la mañana. Estupendo, no habían borrado mi perfil, y como la cuenta tiene el mismo nombre, tengo todas mis cosas. Veo que han modificado la versión del programa (¡por fin se decidieron a actualizar!), pero dudo mucho que los “técnicos” estos hayan sido los responsables. Seguro que al final soltaron la pasta para que una empresa lo hiciera. Vaya tela. El caso es que veo en el log que efectivamente el bendito kernel se está muriendo un par de veces al día. Y los programas que yo hice para levantarlo automáticamente ya no existen. Por suerte guardé copias de los mismos en mi pendrive. Copiar y pegar. Pruebo y funcionan de lujo. Programo la tarea para que se ejecute cada 2 minutos como había estado siempre. Otra cosa menos.

Me suena el teléfono: MaisOui. ¡Anda! ¡Pero si ya es la hora de comer! Me voy a comer con MaisOui al bar de al lado, por supuesto a su costa. En la animada comida me explica que están hasta arriba de trabajo y que no paran de salir cosas mal que impiden que éste salga adelante. Amablemente le explico que eso es lo que ocurre cuando cambias un administrador de sistemas por un helpdesk. Está de acuerdo conmigo pero, como yo ya sabía, eso no fue una decisión suya.

Llega la tarde y los problemas más críticos ya están solucionados. Sin embargo, mi labor en V debe ser alargada el mayor tiempo posible. Todo el tiempo que esté aquí, estoy alejado de los excels infernales de la muerte. Y de Faust. Así pues, decido tomármelo con parsimonia. De pronto me suena el teléfono desde un número que no conozco.

- ¿Diga?
- Hola ManOwaR, soy Faust.
- Coño, ¿y este número?
- El nuevo, he tenido que cambiar el que tenía antes.- ¿Mariluz? JAJAJAJAJAJAJAJAJA.
- Ahm, vale.
- ¿Qué tal en V?
- Bien, aunque aquí hay muchísimo trabajo por hacer. Mañana voy a tener que volver.
- Ok. Pero hoy antes de irte a casa pásate por aquí, que necesito que firmes unos papeles.
- Jo macho. Me pagaréis la gasolina, ¿no?
- Bueno, ya hablaremos.
Clac. Me apunto su nuevo teléfono, por si tengo que llamarle.

Pues nada, voy de nuevo para las oficinas centrales del Equipo A, donde me hacen firmar unos trámites legales para estar este “par” de días en V en lugar de aquí. Veo que Faust tiene “equipamiento” nuevo. Me acerco.

- Anda, Faust. ¿Portátil y móvil nuevo?
- Sí, los otros se rompieron.
- Claro, “rompieron”. Y oye, ese nuevo teléfono que te han dado, ¿cuál es?
- Un Nokia Lumia.
- ¿Lumia, eh?.- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Continuará


lunes, 11 de junio de 2012

El escarmiento


Pasan los días y mi situación va de mal en peor; cada tarea pesada que aparece, me la asignan a mi. Y no solo de temas de excels. O si. Ya pierdo la noción de lo que hago, me dedico a hacer "sí bwanas" y ejecutar lo que me ordenan que haga. Eso sí, por suerte y no sin ayuda logro acceder al IRC de BOFHers, donde al menos puedo "hablar" con alguien. Hablar, y maquinar, claro...
- ManOwaR, te voy a enviar un correo y ahora te explico.- Faust me llama. Un minuto más tarde se acerca a mi sitio.
- ¿Lo has recibido ya?
- Sí, aquí está.- un email vacío excepto por tres ficheros de excel adjuntos.
- Vale, necesito que cuadres estos tres excels, tomando como principal este de aquí.- abro el excel que me señala. 1800 filas por 28 columnas rellenas de información sobre incidencias. Casi nada...
- ¿Todo o solo las que están abiertas?
- No, todo.
- Si, bwana.
- ¿Cómo dices?
- Que me pongo a ello.

Ala, tediosa tarea de cuadrar putos excels. Sin rechistar me pongo a ello. Que luego me dicen que si me quejo mucho, pero esto es una vejación profesional como la Catedral de Burgos. Tres horas llevaba con los puñeteros excels y de nuevo me interrumpen.

- Oye, ManOwaR.- de nuevo Faust.
- Qué.
- Te voy a mandar un documento por email; necesito que imprimas 8 copias y se las repartas a todo el equipo.
- ¿Te traigo un café también a la que vuelvo?
- ¿Qué?
- Nada, que ya voy.

Estupendo, ahora además de puto becario me han convertido en secretaria. Yo no aguanto más esta situación, voy a terminar fabricándome un LART como el que me hice cuando estaba en V (pero mejor hecho) atando cuchillos en los extremos. O le prendo fuego a todo el mundo. Algo tengo que hacer porque esto ya es inaguantable. Me propongo el objetivo de que cada vez que me hagan a mí una nueva putada, la voy a devolver con intereses.

De pronto, uno de los #BOFHers me da una gran idea. Alguien puso un link a "cierto vídeo" en Youtube, y a ese alguien se le ocurrió que sería buena idea sacarle el audio y ponérselo a alguien de sonido de inicio de Windows. Así que le saqué el audio al vídeo, lo edité para reducirle el tamaño y añadirle un poco de fade in (empieza con menor volúmen y poco a poco va subiendo) y, en una parada para el café, se lo puse al portátil de Faust de sonido de inicio de Windows.

Al día siguiente Faust no vino a primera hora, ya que tenía una importante reunión mensual con unos clientes. Estupendo, si lo llego a hacer aposta no me sale. A eso de las 12 del mediodía aparece por la oficina con gesto serio. Planta el portátil en su sitio y le conecta el cargador. Lo enciende.

- Atentos todos, escuchad esto.- pulsa el botón de Mute/unmute. De pronto, se escucha...


Lo corta a mitad ya que está media oficina mirándole. Mis "compañeros" descojonados de la risa. Faust sigue serio.

- Pues no sé qué coño ha pasado pero se ha puesto a sonar esto cuando encendí el portátil al principio de la reunión. Y lo peor de todo es que no sabía quitarlo hasta que por fin le dí al botón de Mute. Menos mal que todavía no había empezado la reunión y la gente estaba todavía preparándose.

Un poco de cachondeo del equipo y todo vuelve a la normalidad. Yo ya voy por la fila 1600 de los putos excels que tengo que cuadrar. Más de 10 horas de trabajo y todavía me queda... tela... Finalmente lo termino, y se lo mando a Faust ya cuadrado. Al poco, me llama.

- Oye, ManOwaR.
- Dime.
- Este cuadre que me has mandado no me vale.- se me acelera el pulso. La vena de mi cuello hace una presión tremenda sobre los músculos, va a estallar en breve.
- ¿Cómo que no TE vale? Te he cuadrado las 1800 incidencias, macho.
- Ya, pero es que no has incluído los segundos en la columna de la hora.
- ¿Y para qué quieres saber los segundos? Además, en el excel que me pasaste tú no venían.
- Se me olvidó decirte que lo tienes que buscar en el buzón de correo.
- ¿De las 1800 incidencias?
- Sí.

Esto es por joder, descaradamente. Y lo digo sobretodo por el tonito y le cara de cachondeo que puso mientras me lo decía. Ok, pues todos sabemos JODER. Él lo ha querido.

Saco el pendrive que siempre va conmigo, en el que guardo el trabajo de varios años (tranquilos, tengo backup). De ahí saco cierto script que os resultará familiar: BOFH.exe. Con psexec se lo instalo en el portátil a Faust, y con un vbscript le hago una tarea programada para que le salte cada hora. Si sigue tocando los cojones aumentaré la frecuencia, solo hay que tocar el vbscript.

Desde el momento en el que hice eso, se escucha de vez en cuando a Faust chasquear la lengua, y soltar cosas como "joder", "otra vez", "pero qué coño es esto", y de vez en cuando incluso aporrea su portátil. Qué mal, con tanto aporreo seguro que se le termina jodiendo...

- Faust, ya tienes el excel con los segundos. Las décimas de segundo no las he encontrado.
- Menos cachondeo, que esto es más importante de lo que parece.- responde mientras sonríe.- Uff... pero creo que esto no me vale. Vas a tener que repetirlo entero porque me he equivocado y te mandé el excel que no era, lo siento.- y no se le quita la sonrisa de la cara.
- Sí claro, cómo no. Envíame el excel correcto y te lo vuelvo a hacer. Total, si solo me ha costado 12 horas de trabajo el cuadrarte las 1800 líneas.
El tío está emperrado. Ha llegado la hora de optar por soluciones más drásticas que un simple programa que te saca errores aleatorios.

Hace poco Micro$oft sacó una actualización super crítica, en concreto la KB2718704, que supuestamente solucionaba un problema de spoofing con certificados digitales no autorizados. El caso es que a uno de los #BOFHers le causó unos graves problemas con el Winlogon en una máquina, y finalmente detectó que el problema venía por una mala DLL o algo así.

Así pues, creo un nuevo vbscript para reinstalar ese parche de seguridad en el portátil de Faust pero con una DLL cambiada de nombre haciéndose pasar por la buena. Después de ejecutarlo, fuerzo un reinicio de su máquina. Tras reiniciar, el portátil no hace absolutamente nada. No deja ni tan siquiera entrar en modo a prueba de fallos (con el winlogon petado, cualquiera...). Es un problema que SÍ tiene solución, pero hay que saber cómo... Faust reacciona frunciendo el ceño y reiniciando su portátil una y otra vez mientras resopla y resopla.

- Faust, ¿me mandas el excel bueno o qué?.- le increpo.
- ¡Es que esta mierda se me ha colgado y ahora no arranca!.- responde mientras lo golpea reiteradamente.
- Hardware: dícese de aquello que recibe las ostias cuando el sofware no funciona.- le digo a uno de los "compañeros" en tono de broma mientras miro cómo Faust sigue arreándole con la mano abierta a su portátil. - eso va a ser de tanto golpe que le has dado, ¿eh?.

Giro la cabeza para seguir a lo mío, pero de pronto se escucha un sonido seco.

¡¡¡CATACRASS!!! - ¡¡A la mierda ya coño!!

Me giro y veo cómo Faust acaba de estampar su portátil contra el suelo. Se levanta a todo correr.

- Voy al departamento de informática para que me den otro, que para eso soy el mánager.
- Diles que te den uno que funcione.- vuelvo a intervenir. Faust me mira con cara de pocos amigos. Le está bien empleado, por hijo de puta.

Faust se va alejando a grandes trancos y se mete en el departamento de informática. Se escuchan gritos, y a los dos minutos vuelve con las mismas zancadas. Y cuando pensaba que la jugada me había salido redonda, entonces sucede...

- ¡¡Ringgg, ringgg!.- suena el teléfono de Faust.
- ¿¡QUIÉN?!.- contesta con un grito agónico.
- ¡¡QUE NO ME LLAMO MARILUZ, OSTIA YA!!

¡¡¡CATACRASS!!! - esta vez ha sido su teléfono de empresa el que ha probado el sabor de la moqueta. La tapa trasera me golpea en la pierna. Varios trozos de pantalla han salido disparados por una ventana que estaba abierta.

Faust recoje su chaqueta.

- ¡Me voy a mi casa! ¡Esto no me puede estar pasando!.- dice mientras se marcha a toda prisa por el pasillo.

MUAHAHAHAHAHAAHAHAHAHAHAHA...

Nota: Agradezco a todos los #BOFHers por el apoyo (y las ideas) que me están dando estas semanas.



lunes, 28 de mayo de 2012

El efecto mobbing y el BOFH local

El colmo.  Vale que me tienen aquí de “puto becario” trasteando con excels todo el día, que me amargo por tener que venir a trabajar desde a tomar por culo comiéndome atascos y sin sitio donde dejar el coche, e incluso acepto que estoy perdiendo dinero al tener que venir a trabajar aquí. Vale. Pero como digo, lo que me ha sucedido es el colmo.


Un día cualquiera en la oficina. Hago las chapuzas diarias que me piden con los excels de las narices y, al terminar, decido que es un buen momento para irme a fumar un cigarro. De camino hacia la salida me entra sed, y como paso al lado de la cafetería decido que es una buena idea comprar una botellita de agua en la máquina expendedora. No obstante, justo cuando voy a abrir la puerta, escucho una voz que me resulta familiar.

- Que sí, tú haz lo que te digo.- Faust está hablando con dos de mis “compañeros”.
- ¿Pero cómo le voy a hacer eso al pobre chaval? Bastante puteado está ya.- contesta el que es jefe de equipo.
- Tampoco tienes que ignorarle completamente. Habla con él única y exclusivamente para darle más trabajo. - Y dile a los demás que hagan lo mismo.
- Faust, tú serás el mánager y puedes pedirme que haga cualquier trabajo, pero no puedes pedirme que le haga el vacío a una persona porque sí. Me niego.

Mola. Esto es mobbing en toda regla. La putada es que no puedo demostrarlo. Sabía que me tenían así para putearme a propósito y que me fuera de la empresa por mi propio pie sin que me pagaran un duro de indemnización, pero no esperaba que utilizaran una estrategia tan agresiva para ello, la verdad. Después de todo he trabajado 6 años para ellos en dos clientes diferentes, y en ambos han terminado encantados conmigo, y yo he dejado el nombre de la empresa bien alto. Pensé que serían un poco más agradecidos, pero se ve que no…

Me bajo para abajo sin comprar el agua y me fumo un cigarro. Luego otro. Sí, dos seguidos, y atravesados. Mi demonio interior me quema por dentro, me insta a hacer el mal, a vengarme de ese mánager tan desagradecido. O de la empresa. Cierro los ojos y me veo a mi mismo con un lanzallamas quemándolo todo. Los abro y me doy cuenta de que sigo en la calle y el cigarro se me ha apagado entre los dedos. En fin, creo que lo del lanzallamas no va a ser una solución. Al fin y al cabo el resto de la gente no tiene la culpa, y viendo lo visto, seguro que hay mucha gente dentro del edificio en mi misma situación o peor.

Voy para mi puesto de “trabajo”. Una mirada de soslayo del jefe de equipo delata que está a punto de suceder algo que no le hace nada de gracia.

- Oye, ManOwaR.- efectivamente. Uno de los “compañeros”, el experto de financiero, se acerca a mi sitio con su silla.
- Qué.- mi respuesta suena borde, pero me salió así sin querer.
- Necesito que hagas unas cosas de SAP.- genial, con lo que me gusta a mi SAP.

El tío me enmarrona con unas incidencias de pedidos en SAP, algo que no he hecho nunca y en el que se utilizan términos financieros que me suenan a chino. Vamos, como si pones a un informático a hacer la labor de un financier…. OH WAIT!

Estoicamente acepto mi nuevo cometido y a duras penas logro sacar ese trabajo adelante tirando de manuales. No me voy a rendir tan fácilmente. El jefe de equipo suspira mientras me ve así de agobiado. Parece que está de mi parte, y tengo intención de aprovecharme de ello, o al menos intentarlo. En un ambiente tan hostil necesito aliados, así que durante un receso en la cafetería del trabajo me acerco a él.

- Hola, ¿podemos hablar?
- Sí claro, dime.- parece sorprendido de que me haya acercado a hablar con él.
- He estuchado tu conversación con Faust de esta mañana.- ahora sí que pone cara de Póker. Se atraganta con el café. Tose.
- ¿Qué conversación?
- Esa en la que os pide que me hagáis mobbing.- de pronto, se tranquiliza. Coge aire y lo exhala profundamente.
- Vale. Entonces ya sabes mi postura, no me hace ni puta gracia.
- Sí, aunque parece que algún otro piensa dorarle la píldora a Faust.
- Ya… pero ¿qué puedo hacer yo?
- Bueno, tú eres el jefe de equipo, ¿verdad?
- Sí.
- Y eres tú quien asigna el trabajo.
- Sí.
- Pues no dejes que me pasen marrones de SAP. Con eso me conformo.
- Ya, pero es que eso han sido órdenes de Faust, y él manda más que yo aquí. Lo siento, ManOwaR, no puedo hacer nada por ti ahora mismo.
- Ok, gracias igualmente.

Tenía que intentarlo. Decido dar un gran rodeo para volver a mi sitio, a ver si dándome una vuelta me despejo un poco. Paso al lado del departamento de informática. Siete u ocho encorbatados escriben sin cesar en sus portátiles. Nadie habla, ni por teléfono. Qué ambiente más triste. Termino mi paseo en las escaleras de bajada, y decido ir a fumar. Casualidades de la vida que en ese momento reconozco a un personaje que me resulta familiar bajando las escaleras: barba de cuatro días, zapatillas de deporte, pantalones vaqueros y una camiseta con el símbolo de Intel pero que pone “Geek Inside”. Perfecto, acabo de localizar al BOFH del lugar. Sigo al individuo hacia fuera. Cómo no, él también es fumador. Me acerco.

- Hola, tú eres el informático, ¿verdad?.- me mira con cara de “joder, otro luser que viene a pedirme que le arregle la wifi de su casa”. Le entiendo.
- Sí, eso dicen.
- Soy ManOwaR, un BOFH cualquiera haciendo de becario.- el hombre levanta la mirada y sonríe. Automáticamente me estrecha la mano. Me encanta, si ha reconocido el término “BOFH” es por algo.

En menos de 10 minutos nos hacemos amigos del alma. Le cuento mi historia y promete ayudarme en lo que pueda (“este se va a cagar” fueron sus palabras). Intercambiamos direcciones de email y nos despedimos. Desde luego he tenido bastante suerte, en un campo de batalla en el trabajo no hay mejor aliado que el BOFH. Y si además es un BOFH que ha estado puteado mejor, porque mejor puede ponerse en mi situación. Perfecto. (Matizo: Bajo mi punto de vista, un informático termina siendo BOFH por dos posibles motivos: el primero es porque vive rodeado de un rebaño de lusers sin dos dedos de frente que no son capaces de caminar y masticar chicle al mismo tiempo. El segundo motivo es porque ese informático ha sido tan puteado que ha terminado convirtiéndose en un cabrón venido del infierno que clama venganza).

Pasan los días, y tengo mi conversación diaria con el BOFH local. Nos contamos anécdotas mientras tratamos de trazar un maquiavélico plan que me saque de allí. Por lo pronto, me envía su propio ranking de lusers, clasificados según su grado de agilidad mental:

(De menor a mayor grado de agilidad mental)

- Lindezas: Es un club de selectos (como el usuario de hoy). Sólo unos pocos –por suerte- pueden fardar de ser un lindezas. Es un ser superior a la media. Dentro de nuestra humilde profesión creemos tener la certeza (después de varios profundos estudios) que se trata de seres tan avanzados que han nacido en un momento equivocado. Son visionarios que nunca podremos llegar a valorar. Grandes genios sin reconocer. Normalmente son descubiertos por un hecho concreto, es decir, están ocultos hasta que de repente un día hacen una genialidad (Maradona, Einstein, Cañita Brava…) Un lindezas no se hace, se nace!!!! Es pura genética.

- Perla: Nunca será un lindezas. Un perla se lo ha currado mucho durante mucho tiempo para serlo. Siempre hay un detalle que le hace subir a este escalón (incluso saltándose alguno de los anteriores) pero no es un genio como un lindezas. Su tesón, su constancia, su día a día es tan grande que incluso podrían escribir un libro con sus grandes logros informáticos.

- Perlita: Dícese del que aspira a ser un perla. Sus padres seguramente le hayan pegado de pequeño y los trastornos sufridos los paga con cualquier aparato relacionado con la informática (CPU, portátil, monitor, ratón, teclado…). Un perlita normalmente no es consciente de serlo, es decir, sigue erre que erre en que los informáticos deberíamos saber arreglar un tostador, dvd o cualquier aparato con cable (y con toda la razón, qué coño!!!!) Es probable que todavía piense que él entiende de informática. Esta última característica también la suele llevar junto con la de seleccionador de futbol frustrado, presidente del gobierno frustrado… Cree ser un entendido en las más diversas materias. Quizás son los más peligrosos de este ranking.

- Joya: joder, que cariño que tengo yo a los joyas (y a sus madres…)!!! Son seres que suelen equivocarse a menudo pero… nada, ellos siguen en su empeño y la verdad es que se lo curran con esos archivos Excel de 20gb QUE EL PUTO ORDENADOR DE MIERDA QUE TIENEN no sabe procesar…

- Joyita: ainssssss, mis joyitas, cuantos sueltos!!! Son seres entrañables, incluso me atrevería a decir que graciosillos. Joder… se equivocan, pero qué coño, lo hacen con una gracia y un salero que…. Te vienen con esa carita de no haber roto un plato en su vida, con el DVD hecho trizas en una mano y con el celofán en la otra para que se lo arregles… ainsssss, que seres éstos. Increíbles!!

- Cabestro: tienen diferentes sinónimos como podrían ser: Mula Francis, Cerdo bellota, Gañán, Cazurro… son seres que ya les puedes explicar las cosas 50 veces que les va a dar igual. Muchas veces se relaciona con (con todo nuestro respeto) una edad avanzada o con gente venida de pueblos de la España profunda dónde lo más parecido a un ordenador que han visto es una máquina tragaperras.

- Muñones: no se puede calificar a un tío/a de ser un muñones de manera permanente. Todos tenemos un muñones dentro. Esa cagada en un momento dado… ese clic mal dado… ese intro mal pulsado… ser un muñones tiene fecha de caducidad, es decir, sin por lo que fuera sobrepasaras 24h siendo un muñones automáticamente pasarías a ser un cabestro.

Después de enseñaros esta clasificación de lusers sin desperdicio (la de cosas que se aprenden cuando más de un BOFH se junta en el mismo sitio), solo puedo deciros que el plan está empezando a dar sus frutos. Bueno, más que plan, es una venganza. Hoy he escuchado a Faust gritar por teléfono varias veces que no se llama Mariluz y que de completos nada…. MUAHAHAHAHAHA….