miércoles, 23 de febrero de 2022

El jefe de Schrödinger

 Hay muchos tipos de jefes. Los buenos jefes, los desaparecidos, los cabrones, los inútiles, los “pintaos” (puestos a dedo), e incluso jefes bipolares. Pero seguramente no os hayáis encontrado nunca (o sí) un jefe como del que os voy a hablar hoy: el jefe de Schrödinger.

 

Resulta que el $boss de ésta empresa es un poco mezcla de casi todos los anteriores, dependiendo del día. No suele venir mucho por aquí, casi siempre “trabaja” a ratos desde su casa. Hay veces que demuestra ser una persona racional y otras que pone de manifiesto un retraso mental severo. Y hay veces que todo al mismo tiempo. O nada de ello.

 

Un buen día me habla por el chat empresarial. Que está en su casa y que le ha dejado de funcionar el correo con Outlook. Tenemos un Exchange corporativo así que lo primero que compruebo, dado que le sucede en el PC de su casa, es que el autodiscover y demás mierdas de Exchange están funcionando y así es. Vueltas, vueltas y más vueltas y no sé qué cojones habrá tocado para que deje de funcionarle, pues incluso le tengo que demostrar en directo que a mí en mi PC de casa me funciona a la primera sin hacer ninguna virguería.

 

El caso es que decido hacer una prueba creando un usuario con exactamente los mismos permisos que el suyo actual, pero con otro nombre. Es decir, si su usuario normal es pepe.gotera, el nuevo es p.gotera. Pero claro, como $Boss avanzado que es, su usuario es (por cojones) administrador del dominio y tiene los mismos permisos que el mío (ya, no digáis nada, se sintió ofendidísimo cuando le dije que él no necesitaba permisos de administración. Pero la empresa es suya y se la folla cuando quiere. O no.), estuvo toqueteando el ECP a la vez que yo y algo se fue a la mierda. Concretamente, se folló su propio buzón de correo de la cuenta principal sin cargarse el usuario. Total, que dejaron de llegarle los correos a su cuenta principal, como es lógico.

 

Como medida preventiva para que no perdiera muchos correos entrantes, creé una regla en el servidor para que todos los correos que le entraran a su cuenta principal se le fueran a la secundaria, a la que sí tenía acceso y le funcionaba perfectamente en su Outlook de casa, por cierto. Creé de nuevo el buzón de la principal pero claro, ahora tenía un ID interno distinto y a los usuarios que le enviaban un correo, se les rebotaba diciendo que la cuenta no existía (temas de la caché de Outlook básicamente).

 

También creé una política de dominio para forzar el borrado de la caché de Outlook de la gente para que dejaran de recibir el error y sí le entraran los correos, pero ya sabéis que hasta que esto se aplica pasa un tiempecito. En ese intervalo, me abre de nuevo chat…

 

– Oye, ManOwaR… (cómo me jode que casi todas las frases las termine con puntos suspensivos).
– Digamelón.
– Solo tengo un correo en la bandeja de entrada.
– ¿En cuál de las dos?
– En la nueva.
– Me extraña. Te tienen que estar llegando ahí todos los correos.
– Pero en la vieja no los tengo.
– Como te he explicado he tenido que crear de nuevo tu buzón y mientras tanto hay una regla que redirige todos los correos la nueva cuenta.- ya tenemos el primer WTF del día. Bueno, el segundo.
– Pero no me llegan de los grupos…
– ¿De los grupos de correo? Te tienen que llegar a la nueva cuenta y por duplicado, está en los mismos grupos que la vieja, y además está la redirección.
– Pues desde fuera sigue sin funcionar…
– ¿A qué te refieres? ¿Tu Outlook?
– No, el Outlook funciona.- me masajeo el puente de la nariz para no montar en cólera.
– ¿Y qué es lo que no funciona?
– Mi cuenta de siempre.
– Mira, ya he creado tu buzón de correo en el usuario viejo. Ya mismo deberían de empezar a entrar correos.- reviso el ECP, dice que su buzón ya pesa 9 MB.
– Sí, pero hasta hace un rato nada. He copiado los correos de la cuenta p.gotera a pepe.gotera y por eso los tengo ahí.
– Entonces, ¿te entran o no te entran los correos?
– Sí entran a pepe.gotera pero no llegan a p.gotera.
– ¡Pero si me acabas de decir lo contrario!
– Es que Outlook no funciona.

 

Abro bien las piernas para hacer sitio. Desactivo la regla de la redirección del correo, y deshabilito el usuario nuevo. Ahora solo tiene el antiguo con el buzón de siempre, aunque algunos usuarios seguirán recibiendo rebote hasta que se actualice la política para borrar la caché de Outlook.

 

– ¿Puedes confirmarme si te llegan los correos ahora?.- le envío uno justo en el momento.
– No me llega nada.
– ¿En cuál de las dos cuentas estás mirando?
– En las dos.
– ¿Por webmail?
– No, por Outlook.
– ¡Pero si has dicho que no te funciona!
– Claro, lo abro con Internet Explorer.
– Entonces es webmail.
– No, aquí pone Outlook Online.- me cago en todas sus muelas una a una…
– Vale, a ver. No comprendo qué es lo que no te funciona. Por lo tanto, el próximo día que vengas a la oficina te traes tu PC de casa, te lo formateo y te lo dejo niqueladito. ¿Vale?
– Vale, gracias.
– Venga, adiós.
– Pero oye, esto sigue sin funcionar…
– …

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