martes, 8 de febrero de 2022

Entrevistas, entrevistas…

Ya sabéis que llevo bastante tiempo desempleado (motivo por el cual, entre otras cosas, me “impide” tener material para el blog), y lógicamente continuo en búsqueda activa de empleo. Desde que me dieron la patada los del Equipo A, he hecho bastantes entrevistas, y a continuación os relato las aventuras sufridas en algunas de ellas.

LA CANTERA

Resulta que un BOFH conocido mío me avisa por Twitter que en su empresa hay vacantes y que están buscando a quien mime a sus lusers y servidores. Me pide que le envíe un CV en inglés y con foto, nada menos, así que antes de enviarle mi CV estandarizado, me toca revisar la versión anglosajona del mismo y añadirle una foto en la que no salga haciendo el moñas (me llevó más esto último que lo primero). Una vez enviado mi CV a esta persona, solo pasan unas horas hasta que recibo una llamada al móvil de un número de esos con 400 dígitos…

Como era de esperar (aunque no tan pronto), se trataba de una chica de recursos humanos de la empresa de este chico, que después de hacerme un par de preguntas y mantener una conversación telefónica sinsentido en inglés de más de 10 minutos, me cita para entrevistarme al cabo de un par de días. Mien.

Tras 80 kilómetros de coche y 25 minutos para encontrar un hueco donde aparcar, me persono en la oficina donde me citaron. Soy una persona previsora, y cuando tengo que ir a un sitio al que nunca he ido antes, salgo con mucho, mucho tiempo de sobra, así que a pesar de la pechada de kilómetros y del tiempo perdido intentando aparcar, me da tiempo a quedarme en la entrada del edificio para echarme un par de cigarritos y de paso activar el radar de lusers para con la gente que está también fuera fumando. Tengo el radar ya oxidado y siempre es bueno volver a acostumbrar la oreja…

– Hombre, Luisma.- un encorbatado sale a todo correr por la puerta giratoria, y para a un repartidor de Seur que estaba en la entrada con un carrito lleno de paquetes, echándose un pitillo como todos.
– Hola… ehm, ¿eres?.- responde el hombre, con poco humor por la mañana para saludos cordiales.
– Joder, soy JaviMetal, el informático.
– Ah, bien, a tí venía a verte.
– Eso digo yo, que llegas tarde. A ver, ¿me traes lo mío?
– Pues miusté, no tengo ni idea de qué hay en los paquetes, que vienen cerrados.
– Bueno, venga, vamos para arriba y vemos.

El repartidor de Seur pone mala cara, tira el cigarro a medias, y entra detrás del informático. Bueno, estoy con él, muchos mensajeros suelen ser bastante perretes. Termino mi barrita de cáncer y entro para dentro, a ver si con un poco de suerte puedo seguirle el rastro al corbata y veo dónde está el zulo de los informáticos.

Pero no, en recepción una señora con peluca y gafas de pasta me para.

– Oye, oye, ¿dónde vas?
– Ups, perdone.- me hago el tonto.- Me han citado aquí para una entrevista, pregunto por Dolores Fuertes.
– Ah, sí. ¿Eres ManOwaR FreaK?
– El mismo.

Después de pedirme el DNI y darme una etiqueta con mi nombre que impepinablemente debo pegar en pecho, cerquita del corazón para que pueda sentirla, me envía a la primera planta. Al llegar, dos chicas de probablemente menos edad que yo me estaban esperando. Me saludan afablemente dándome una la mano y la otra un besugo y me invitan a entrar en una sala de reuniones.

Tras unos 30 minutos de entrevista, donde yo les conté mi vida y ellas me contaron lo buena que es la empresa, amén de otra estúpida conversación de 10 minutos en inglés donde pude ver que yo lo hablaba mejor que ellas, llegó la parte que siempre tememos los entrevistados, la despedida, puesto que dependiendo de cómo sea ésta podremos atisbar si hay posibilidades o no de contratación.

– Bueno, pues nada, ya si encontramos una vacante te llamaremos.
– Pero… ¿no me habéis llamado para entrevistarme porque había ya una vacante?.- respondo.
– Bueno, en realidad no. Nosotros tenemos por costumbre entrevistar a todos los candidatos que nos parecen interesantes, y así cuando sale una vacante, esta entrevista nos la ahorramos y podemos entrevistar directamente con el cliente.- putas cárnicas, no tienen ningún puto escrúpulo.
– Ya veo. Así es una especie de staff pero sin tenerme contratado, ¿no?
– Algo así, pero nosotros preferimos llamarlo “Cantera”.- con todo el descaro.
– Vale, pues ya si eso me llamaréis, ¿no?
– Eso es.
– Estupendo.- trato de contenerme.

En ese momento me sentía bastante frustrado. Me dan el “chivatazo” de que había una vacante, y nada más enviar el CV me citan para una entrevista. La entrevista va de fruta madre, y cuando creo que las tengo todas conmigo, me dicen que voy a entrar en su “cantera”, es decir, que me tienen ahí y si hago falta me llaman. Vaya morro, coño.

EL ENTREVISTALUSER AVANZADO

Un día de estos (concretamente la misma semana en la que mantuve la entrevista pasada, y todavía me duraba el cabreo) que de buenas a primeras, una persona se pone en contacto conmigo a través de email diciéndome que ha visto mi perfil en Infojobs y que le gustaría tener una entrevista. Me cita, y el día concertado aparezco en sus oficinas. Lo típico, pregunto por esta persona en recepción y me hacen esperar un rato hasta que viene a buscarme y me mete en una sala de reuniones con él.

El tipo, con traje y corbata marrones, camisa marrón, gafas de pasta y una barba negra tan frondosa que podría rivalizar con el Mato Grosso, lleva un pequeño portátil de 11 pulgadas (no, no es un Mac), el cual planta en la mesa y abre nada más entrar en la sala de reuniones. Se sienta al borde de la silla, apoya el codo izquierdo en la mesa y la mano en el mentón, mientras mira la pantalla, y sin casi vocalizar me dice que me siente.

A pesar de sus apariencias, el tipo parece bastante majete y jovial, y mantenemos una animada charla donde, de nuevo, yo le cuento mi vida y él me cuenta lo increíblemente fantástica que es su empresa, por supuesto líder en el sector. Finalmente, llegamos a la parte crucial…

– Bueno, veo que eres una máquina en entornos Windows, ¿no?
– No se me dan mal, no.
– ¿Qué dice la gente de ti?.- este tipo de preguntas preguntas y filosóficas abundaron mucho durante la entrevista, por cierto.
– A decir verdad y sin ánimo de presumir, con cualquiera de mis ex compañeros o jefes que hables te dirá que me considera un experto. Yo no sé si tanto, pero digamos que se me da bien.
– Entonces, si yo te planteo ahora mismo un problema en mi ordenador, ¿sabrías resolverlo?.- WTF. Este quiere hacerme currar sin cobrar…
– Me atrevería a decir que sí, o al menos a proporcionarte un diagnóstico que te permita solucionar el problema.- …Pero yo tengo los huevos pelados ya.
– Bueno, pues mira.- dice mientras gira la pantalla de su portátil hacia mi. Me da tiempo a visualizar como 30-40 iconos en el escritorio antes de que cambie de ventana.- resulta que desde hace un tiempo para acá, no me funciona el Messenger.- WTF?!?!
– Hombre, es lógico que no funcione, dado que Skype sustituyó al Messenger.
– Ah, entiendo.- vuelve a frotarse el mentón.- y… ¿si te digo que no puedo imprimir?
– En primer lugar, dado que tienes un portátil, primero comprobaría que estás conectado a la WiFi, y que la WiFi no es pública y forma parte de la red local.
– Aham, buena respuesta.- pone cara de hacerse el entendido pero no tener ni puta idea.- ¿y si estoy en la WiFi correcta?
– Comprobar que tienes instalada y configurada la impresora, y si está, ver qué tipo de error te da al imprimir. Quizás es que la impresora no está encendida.- yo tiro por lo evidente, pero me está tocando un poco la moral. Me da la impresión de que tiene estos “problemas” de verdad, y o bien su informático pasa de él, o bien no tienen informático.
– Entiendo… vale, muy bien.
– Bueno, ¿algo más?.- este tipo no me está dando buena espina, y noto como tengo que separar un poco las piernas en la silla para hacerle sitio a la bolsa escrotal.
– Pues… no… creo que no…
– Entonces, ¿me va a contratar?
– Pues…. no…  es que resulta que para este puesto requerimos título universitario, y no tienes.- LO SABÍA.
– Aham.- mi escroto toca ya el asiento.- ¿Y eso no lo vio al leer mi CV?
– Mira lo siento, no tengo tiempo, haz el favor de marcharte.- !~#@!$)””!·”!!!!!!
– Tiene usted un morro que se lo pisa, oiga.

El tipo se levanta, se asoma por la puerta, y grita, ¡SEGURIDAD!. En ese momento se me llenan las pupilas de intenciones homicidas, pero trato de reprimirme de nuevo. Hago ademán de salir por la puerta, pero me intercepta Manolo el de Seguridad™, un tipo bajito y con barriga pero con porra y esposas.

– Manolo por favor, acompaña a este señor a la salida.

Manolo, obediente de él, me acompaña hasta la salida, diciéndome que siente mucho lo ocurrido, pero que a su jefe le dan “teleles” de estos frecuentemente. WHAT THE FUCK.

Ya en el coche, convenientemente aparcado en plena puerta de la oficina, decido echarme un cigarrito para tranquilizarme. Y de paso sacar el móvil.

– Uy, qué mala cobertura 3G hay aquí, voy a ver si hay alguna WiFi sin seguridad de la que chupar ancho de banda… ¡Anda mira! Una WiFi con el nombre de la empresa y contraseña WEP, ¡qué suerte!.- Nota: Esta conversación conmigo mismo sucedió de verdad. En voz alta.

Enchufo VNC a mi servidor de casa y mi amigo Jack the Ripper tarda menos en sacar la clave de lo que yo tardo en terminarme el pitillo. De hecho, tardé yo más en decirle a Jack que utilizará fuerza bruta con esa MAC en concreto de lo que Jack tardó en llamarme a mi gilipollas. La contraseña era admin. Con dos cojones.

– Mira, pues resulta que su WiFi sí que forma parte de la red local. ¡Anda! Y resulta que sí que tienen una impresora en la red, y es una Ricoh láser de las grandotas. Voy a probar a ver si imprime, que se me ha quedado la curiosidad…

El resto, podéis imaginarlo…

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