Amador

       Siguiendo con el tema de auditorías, desde el lunes están con nosotros dos nuevos auditores, nada que ver con la chica que me hizo la entrevista y ya se marchó. Estos dos ni siquiera son españoles... uno es francés, con el pelo y la barba blancos, delgado y con la mirada inquisitora. El otro parece Indio, aunque hablá francés también, y un inglés que parece que escupe en vez de hablar. Han venido para seguir tocando los huevos pero esta vez con pijadas... como que no dejemos mierdas encima de las mesas, que no haya pintadas en los baños, que las cosas estén etiquetadas, etc...

       Así que nada, ahí me lié con la Dymo a etiquetar todo lo que había en mi mesa... hasta la botella de agua, para no darles motivos para quejarse. Ordené mis cajones, quité placas base y diversos componentes de encima de la mesa y los subí al taller, e incluso puse un ambipur para que no oliera a hardware quemado y hollín. Justo cuando terminé e iba a ponerme a contestar mails, aparecen los susodichos auditores.

- Bonjour, mousieur ManOwaR?
- Oui, pero como no me hables en cristiano, no tengo ni pajolera idea de franchute.

Se miran entre ellos y me habla el Indio en un inglés que a duras penas logro entender, no porque yo no sepa inglés, sino porque como dije antes, parece que esté espetando en vez de hablar.

- Señor ManOwaR, venimos a auditar el departamento de IT.
- Fale, todo suyo, ¿me puedo ir mientras o me tengo que quedar?
- Nono, se tiene que quedar.
- Po weno, ¿qué hago?
- Abra los cajones por favor.
- ¿Es esto un registro? No serán ustedes guardias civiles de incógnito.. no he oído a nadie gritar ¡¡AGUA!!
- ¿Cómo?
- Nothing, procedo con los cajones.

Po weno, qué poco humor tienen estos pives, joer. Abro los cajones y ellos van anotando cosas en su libreta supercalifragilísticaespialidosa. Les enseño los armarios, mi mesa, mi organización de las carpetas en el ordenador, y hasta mi archivador con los drivers de los distintos equipos ordenados alfabéticamente, adornada con pegatinas de chicles en la portada. Eso sí, etiquetada.

Después de 15 minutos de auditoría intensiva, se van. Yo me cojo un portátil de préstamo y me voy a ver a Escarola, que al parecer se le ha jodido la fuente de su ordenador y me lo voy a tener que traer para ponerle una nueva, y dejarle el portátil para que pueda trabajar. Llego a su sitio, le quito el pc de sobremesa y le dejo el portátil furulando. Me voy a través de la fábrica con el sobremesa debajo del sobaco, que aunque por fuera tarde menos, está lloviendo que te cagas y no me apetece mojarme.

Y es entonces cuando me encuentro a Amador. Amador es un tío que se pasa 8 horas diarias subido en un "vehículo" que va a unos 500 metros por hora y sirve para limpiar los pasillos. El hombre siempre tiene la única cara que se podría tener en ese trabajo: de aburrimiento. Pero el hombre se las ingenió para hacerse con una especie de revistero e ir leyendo un poquito entre recta y recta. Y ahora, los dos auditores se dirigían hacia él.

- Esto no me lo pierdo.

Me acerco hasta la fuente de agua que estaba cerca de donde estaba Amador ahora. Dejo el sobremesa en el suelo y hago como que voy a beber. Los auditores le hacen gestos para que pare su "bólido". El Indio comienza a hablarle con su distinguido inglés, pero claro, Amador no se entera de la misa la mitad.

- ¿Lo qué? ¿Qué ma disho'l tio este? - Amador mira hacia varios sitios pidiendo auxilio. Ufff... no me puedo resistir, esta es la mía. Recojo el PC y voy hacia ellos, lo deposito en el suelo.

- ¿Qué pasa Amador?
- ¿Ehtos guiris que hablan mu raro por la boca! ¡Yo no m'entero de nah!
- Vale tranqui, amos a ver qué quieren. A ver señores, este trabajador no habla Inglés ni Francés, así que les haré de traductor si les parece bien.
- Ningún problema. Dígale por favor que qué es esa cestita que tiene a su derecha.- Este Indio no sabe dónde se está metiendo.
- Amador, te dicen que tienes que quitar tu cesta de las revistas.
- ¡¡Y unos cohone voy a quitalla!! ¡¡Mis cohone 23 no te joe el puto indio de mielda ezte!!
- Dice que es una cesta para guardar sus revistas, ya que el hombre se aburre subido 8 horas en el ferrari este.
- Lo siento señor, pero es un peligro para la seguridad de todos que conduzca mientras lee una revista.
- Amador, que dice que nanai, que la quites, que no puedes ir conduciendo mientras lees.
- ¡¡Y yo digo que una polla!! ¡Que se quite él el bigote ese de mielda que lleva!
- Dice que no hay ningún peligro, ya que no hay posibilidad de causar un accidente a menos de 1Km/h.
- Ya pero la LPRL (Ley de prevención de riesgos laborales) dice que tiene que estar atento por dónde va, y si no está de acuerdo puede pasarse por RRHH a recoger su carta de despido.

La lió.

- Amador, que dice que o la quitas o te despide.
- ¿Que qué? ¿El mieldas este? Se va a cagal.

A todo esto que Amador se sube en su Porsche 911 de nuevo, agarra la cestita de las revistas hasta que la desencaja, se baja y demostrando su profesionalidad en el noble juego de la petanca, la lanza con todas sus fuerzas contra el indio, el cual estaba tan absorto discutiendo con su compañero francés que no pudo esquivarla a tiempo, acertándole en plena oreja.

- ¡A la mielda!- Amador se larga dejando el vehículo estacionado en la zona de minusválidos, y al Indio en el suelo, agarrándose la oreja con evidentes gestos de dolor. Yo me encojo de hombros, recojo de nuevo el pc de sobremesa, y me largo como que la cosa no va conmigo. Que se joda, por porculio.